Ante esta pregunta, muchas personas quedan desconcertadas: ¿pero el origen de qué? ¿el Origen? el origen de la realidad, el origen de todo? Es cómo si estuvieras preguntando una estupidez, lo que te hace pensar «¿seré estúpido?» o tal vez, vivimos en un mundo motivado por estupideces. Quizás ninguna de las dos cosas, espero, pero está claro que no son tiempos en los que el común de los mortales se hagan preguntas profundas.
El caso es que las personas con alta sensibilidad interior anhelan conformarse con su versión original y son incapaces de ser felices conformándose con cualquier otra cosa que no sea eso que captan, como placeres y éxitos con lo que personas menos sensibles se conforman y son felices hasta la muerte.
El propio origen es algo que todo ser humano se ha venido preguntado a lo largo de la historia, lo que ha dado lugar a muchas teorías con ayuda de la ciencia, la filosofía, la religión o la superstición, pero para muchos no es más que medio más para ser feliz; para nada se plantean que sea el fin de la propia vida y menos que vivir con originalidad sea fundamental para ser feliz.
Pensando que las personas pueden construirse a sí mismas para ser libres, progresar y crear un nuevo orden mundial, se ha suprimido de la educación la sensibilidad hacia los valores de un origen superior del que todos procedemos. Pero las personas con alta sensibilidad captan ese origen e intuyen que deben vivir conectados a éste para alcanzar una vida más plena y conectada con las demás personas y el planeta.
Desde las premisas cartesianas predominantes en nuestra civilización la cuestión del origen se sustenta sobre el «pienso, luego existo». Pero la sensibilidad personal, como capacidad va más allá del razonamiento y captar más allá aun sin pensar ni entender el misterio. La persona de todo tiempo y lugar capta que: «existo, soy original y he sido originado por un origen».
Así, en las religiones y culturas antiguas encontramos numerosos mitos referentes al origen. Según la mitología griega, el origen de todo es el Caos hasta la Titanomaquia y el triunfo de Zeus.
Platón hizo referencia al origen como demiurgo: un ser divino que contempla las ideas y las toma como modelos con el objetivo de plasmarlas en la materia. concepto que posteriormente fue tomado por el gnosticismo que postula la existencia de mundo espiritual (superior), con un Dios desconocido, y un mundo material (inferior), en el cual residen los seres humanos. El verdadero Dios es aquel del universo espiritual; el demiurgo es el ordenador del universo material. Esta condición degradada del creador es la razón de las miserias de la realidad.
Otros planteamientos sostienen que todo es un todo original, que el mundo es Dios, o que el devenir del mundo es el devenir de Dios (panteísmo); otros han dicho que el mundo es una emanación necesaria de originalidad, que brota de una fuente original y retorna a ella.
Otros han afirmado incluso la existencia de dos principios originales, el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas, en lucha permanente (dualismo, maniqueísmo); según algunas de estas concepciones, el mundo (al me- nos el mundo material) sería malo, producto de una caída, y por tanto se ha de rechazar y superar (gnosis); otros admiten que el mundo ha sido hecho por Dios, pero a la manera de un relojero que, una vez hecho, lo habría abandonado a él mismo (deísmo).
Otros, no aceptan ningún origen transcendente del mundo, sino que ven en él el puro juego de una materia que ha existido siempre (materialismo).
Desde las culturas Abrahámicas se considera a Dios el origen todo o creado, diferenciándose el Origen con lo originado, no así en el mundo brahmánico, donde Brahman, como concepto metafísico, es la singular unidad en todo aquello que existe en el universo y más allá.
Si buscamos que dicen algunos maestros de la sensibilidad interior sobre qué es el Origen y qué es la propia originalidad, nos encontramos con respuestas como éstas:
«En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por él, y sin él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron. Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos creyeran. No era él la luz, sino el que debía dar testimonio de la luz. El Verbo era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre, que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo se hizo por él, y el mundo no le conoció. Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron. Pero a cuantos le recibieron les dio la potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, que no han nacido de la sangre, ni de la voluntad de la carne, ni del querer del hombre, sino de Dios» Juan de Patmos.
«Todos nosotros tenemos un yo superior, que es quien verdaderamente somos, y es Divino. Creamos todas las cosas que necesitamos; incluso podemos manifestar milagros. No hay separación; todos somos uno. Amor, paz y armonía son lo que hace que la vida merezca la pena, no las posesiones sin significado que en realidad nunca podemos llegar a tener» Wayne Dyer.
«Vale la pena buscar tu verdadero yo. Tienes un verdadero Ser único y confiable en tu interior que guía tu crecimiento con su voz suave y apacible. Esta es tu naturaleza más profunda y puede guiarte hacia quien estabas destinado a ser. Cuando siga sus impulsos hacia una mayor energía, encontrará más alegría en sus experiencias y relaciones». Lindsay C. Gibson
Y preguntando al equipo de Third Factor en español, sobre «qué es para ti el origen», esto es lo que hemos recopilado:
«El Origen para mí:
- ¡Ayudameeee! – y me ayudó…
- ¡Estoy pedido! – y me centró…
–¡No puedo más! – y me acompañó…- ¡Me siento triste! – y me consoló…
- todo es oscuro! – y lo iluminó…
-¿Dónde estoy, cuál es mi camino, quién soy, qué puedo hacer, cómo lo hago? – y hablamos todo el tiempo…
Qué puedo decir más … Me dió la vida Nueva» Fernando Yoldi
«El origen: comienzo, nacimiento, punto de partida, el principio, el primer instante del ser. Aquello que trasciende desde los ancestros si pensamos en el origen de la originalidad, radica en la esencia de cada ser y esa originalidad incluso puede en parte ser «heredada» y luego ha de ser cultivada, cuidada y respetada por el propio individuo para aprender de ella y evolucionar.
La sensibilidad para mi viene dada por el origen y la originalidad de cada ser». Irene Ceza
«El origen de la persona podría guardar sinergia con aquello que es su ser puro, natural y único; La esencia no condicionada ni determinada por agentes externos, aquello que se es cuando se supone que no se es lo que se debe ser». Soraya Oronoz
«El Origen es el Ser personal increado originador de todo lo creado, entre lo que nos incluimos las personas creadas que cuentan con una originalidad absoluta, que es la persona desde su origen y lo despliega con libertad y responsabilidad. Y una originalidad relativa, que es la diferencia de la persona con relación a su entorno de iguales. El Origen como ser personal es un nosotros; el origen es un nosotros y el vinculo de unidad es el amor; el origen es amor y nuestra originalidad es amor encarnado que se manifiesta en el aquí ahora si somos originales o al contrario, podemos ser falsos y no mostrar ese amor original que somos cada uno de las personas». Luis Manuel Martínez-Domínguez
«El origen para mí, en la sensibilidad, es ver esa luz a través del cristal y entender que no la estás viendo: que esa luz eres tú». Melisa Segura
«Sería algo así como tu esencia, aquello con lo que vibras en consonancia y te hace sentir bien y te hace sentir tú y te hace sentirte en tu piel, (en la de verdad). En esa originalidad entiendo que no hay culpas ni obligaciones ni rencores ni miedos… fluye a la vez que tú porque eres tú» Cristina Rodríguez Álvarez
«Creo que es mi esencia, aquella fuente que subyace en mí y me hace querer evolucionar hacia mi mejor versión, con completa libertad, en la decisión de entregarme al mundo para cumplir mi misión de vida movida por el amor y la compasión. El amor, esa inteligencia superior que habita en nosotros». Marisol Ortiz
«Para mí el origen es el amor hacia todo y el fuerte sentimiento de pertenencia al universo. Esto genera la energía que te permite fluir y abrazar a la vida». Inna Alexeeva
«El origen es, a la vez, una sensación, un lugar, un momento. Es la plenitud de saberme yo, de quererme, de disfrutar de lo que soy y vivirlo con satisfacción. No siempre está presente con esa vívida nitidez, pero sentirlo y esforzarme en recordarlo me hace lograr, cada vez más, afrontar mis días aprendiéndome y respetándome, encontrando la simbiosis con lo que sé y siento que soy. Es algo inmenso, puedo notar que me envuelve, que me arropa, que me llena y me nutre de la energía que es mi esencia». Raquel Pardo de Santayana
«El Origen lo identifico con Dios creador y fuente de vida, de quien procedo, quien me sostiene en la existencia, me alienta y me orienta en ella, quien inspira mi voz de la conciencia, quien me infunde el aliento de vida, la fuerza, quien me nutre, me inspira, me impulsa, me ayuda a desplegar mi modo de ser único e irrepetible, permitiéndome ser yo misma» Natalia Verea
«La sensibilidad es lo poético del Alma. Es la bondad que llevas dentro» Niña 1.
«El Origen es la semilla de la raíz de donde empezó todo» Niña 2.
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