El libro tiene un enfoque práctico orientado a los padres pero al que pueden sacarle mucho partido también los educadores.
Se estructura en dos partes: evaluación de la inteligencia sensible (IS) y educación sensible, con ideas, recursos y herramientas para educar la IS.
En cuanto a la evaluación de la IS, se describen los indicadores de la IS, una evaluación cualitativa de la maduración de la IS del lector como madre, padre o educador, una propuesta de evaluación del potencial de desarrollo del hijo o alumno que se considere, una evaluación de la actualización de ese potencial y una evaluación de necesidades y daños posibles.
A partir de estas evaluaciones, los padres y educadores pueden hacer una estimación de la IS de su hijo o alumno y de la sí mismo: el nivel más o menos alto, el estado más o menos maduro y el estilo más o menos intenso.
Los padres o educadores podrán valorar de qué modo influye en sus hijos o estudiantes el ambiente, las tareas que realizan y las relaciones con los demás. Y podrán estimar la robustez de su autodeterminación para desarrollarse de forma original.
En cuanto a los factores específicos que componen la IS, podrás hacer una estimación de su grado de sensibilidad, nivel de racionalidad y rasgos de temperamento.
Y, cómo los hijos o estudiantes ya tiene un recorrido en el momento en que padres o educadores lean el libro, se ofrece una evaluación de daños ocasionados por el roce con la vida, para que, con toda la información, se puedan plantear un plan de pequeños pasos posibles para un desarrollo óptimo.
La evaluación es quizás la parte más importante, pues al caer en la cuenta de la situación, la tendencia a sanarla o mejorarla es un movimiento natural. No obstante, en la segunda parte del libro, se ofrecen ideas generales para entablar relaciones de ayuda con las que procurar una adecuada educación de la IS. A partir de indicadores concretos, observables y medibles, padres y educadores podrán considerar el desarrollo de nuevos hábitos de sanación interior y maduración personal.
La IS fundamentalmente se autoeduca, pero requiere de la ayuda de los otros. En este libro se ofrecen explicaciones de la relación que existe entre la autoeducación y la educación de los padres aplicando disciplina, comunicación y desafíos inteligentes y sensibles. En la segunda parte, se describe el modo en que se puede acompañar la autoeducación del niño a partir de un plan de pequeños pasos posibles que va del “quien soy” al “quien debo ser” en conciencia.
El objetivo es ayudar a los padres o educadores a caer en la cuenta del mejor modo en que pueden diseñar y cultivar su propia marca personal, ayudando a sus hijos o alumnos a desplegar su mapa de los deseos, considerando las posibilidades y limitaciones, y teniendo como referencia el deseo de la propia conciencia, distinguiendo el auténtico gran deseo de sí mismo, de los deseos falsos, porque tienden a lo inauténtico con fundamento en un egocentrismo o alocentrismo inmaduros, y así enseñar al hijo o estudiante a desear a lo grande con autenticidad, en función de su originalidad (de su origen).
Es un libro eminentemente práctico con una base científica muy sólida y una experiencia personal y profesional muy contrastada que toma como uno de los fundamentos básicos, la Teoría de la Desintegración Positiva de Dabrowski (TDP). Además de considerar las sobreexitabilidades se describe de manera muy experiencial las situaciones de desintegración secundaria y reintegración positiva.
Se tienen en cuenta los tres factores del potencial de desarrollo planteados por Dabrowski, el factor personal, el ambiental y el tercer factor. Y lo que Dabrowski denominó «esencia individual» en el libro es denominado con el término «originalidad».
Mi deseo es que sea un libro práctico para la acción y también, práctico como semilla de próximos estudios y libros que vayan profundizando en cada uno de los aspectos de la educación sensible necesaria de modo particular para las personas que vivencian desintegraciones secundarias intensas.