Jhon Gray escribió un superventas titulado «Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus» con la intención de facilitar el entendimiento entre hombres y mujeres. Posteriormente, escribió alguna puntualización en otro libro: «más allá de Marte y Venus». En este nuevo libro trata de mostrar el modo de equilibrar la expresión de los lados masculino y femenino cuando hombres y mujeres cambian sus roles sociales y también ofrece matizaciones para parejas en relaciones tradicionales, en las que el hombre es el principal sostén económico y la mujer la principal encargada de los hijos.
Insiste en el equilibrio de supuestas tendencias femeninas y masculinas, ¿pero si uno es una persona con capacidad compleja, alta inteligencia sensible o sobreexcitabilidad y su vivencia es de hombre o mujer de Marte y Venus a la vez? ¿Qué pasa cuando no es un equilibrio entre dos planetas sino que se vivencia como un único flujo en el que hay de todo?
El caso es que las personas con sobreexcitabilidad son hombres y mujeres con rasgos de Marte y de Venus, cada cual en diferente proporción y de manera original, pero todos identificados con muchos de los rasgos de Marte y de Venus como un único planeta. Siguiendo con esta alegoría, considero que ni son de Marte ni de Venus, sino que se encuentran en medio de los dos planetas: son de la Tierra.
Las personas de la Tierra son hombres y mujeres que saben diferenciar cuando alguien que está en Marte o en Venus se presenta en holograma y cuando se presenta con autenticidad. Su alta sensibilidad les permite diferenciar lo virtual de lo presencial. Los marcianos y venusianos no son capaces de tales sutilezas y además, tienen dificultad para captar bien los hologramas de Marte si son de Venus y viceversa.
Esto hace mover el mundo por los malos entendidos y los terrícolas sufren por la incomprensión que se vive en el mundo y la propia incomprensión de cómo pueden vivir tantos con tanta indiferencia ante lo que es claramente una realidad y lo que es un holograma. Incluso, viven como otros le presentan sus hologramas para vendérselos. Y ya no digamos cuando un niño o una niña ha nacido en un hogar donde su papá o su mamá les ofrecía hologramas con todo el cariño y estos los aceptaban como un juego macabro.
Paradójicamente, la alta sensibilidad de los terrícolas para captar estas sutilezas les hace sentir como de otro planeta y si no se les educa en el reconocimiento de estas diferencias es fácil que terminen con ansiedad, depresión o una desintegración negativa que acabe con ellos.
Si las personas de la Tierra no aprenden a reconocer a los marcianos y a los venusianos, su sensibilidad se vuelve irritabilidad y termina por dañar; a los demás o a sí mismos, que suele ser lo más común. Ser de un planeta o de otro no es equivalente a la masculinidad y la feminidad, sino que en Venus hay más mujeres y en Marte hay más hombres, pero hay hombres y mujeres en todos los planetas. De un modo esquemático se podría representar así:
Las proporciones son orientativas pero tienen su fundamento en estudios científicos. Puede consultarse Acevedo, B. P. (Ed.). (2020). The Highly Sensitive Brain: Research, Assessment, and Treatment of Sensory Processing Sensitivity. Academic Press.
Valores apoteósicos
En Marte se valora la independencia, el logro y el éxito. Crear una diferencia es una prioridad alta. En Venus se valora la comunidad, la atención y la interdependencia en las relaciones. Dar y recibir amor es una prioridad alta. En la Tierra es dar y recibir amor es tan prioritario como lograr altas metas, lo que puede llevar que ese amar a lo grande se torne en un miedo abismal.
Manejo del estrés
En Marte la gente se retira a su “cueva” para recuperarse cuando está estresada. Usa ese periodo para olvidar sus problemas o para idear soluciones inconscientemente. En Venus se maneja el estrés hablando de los problemas con personas cercanas, en busca de empatía y apoyo. En la Tierra se necesitan las dos estrategias y además en altas proporciones de tal modo que parece como si de dos personas diferentes se tratara según se esté en la soledad o en el diálogo con el amigo.
Ofrecimiento de apoyo
En Marte se da el apoyo que se considera justo y se recibe una cantidad igual a cambio. En Venus se da lo más posible, aunque a menudo más de lo que se recibe, lo que produce agobio y rencor. En la Tierra se da más de lo que se recibe y a la vez, se tienen un sentido muy fino de la justicia para todos, lo que lleva a que si no se gestiona bien el agobio y el rencor sobrevengan con frecuencia ocasionando sentimiento de culpabilidad.
Muestra de amor
En Marte la gente se une, se separa para darse un respiro y vuelve a reunirse llena de amor. En Venus hay mayor necesidad de sentimientos permanentes de cercanía, cariño e intimidad. En la Tierra se necesita el espacio personal de forma habitual como también se necesita de manera habitual la cercanía, el cariño y la intimidad.
Cómo se puntúa en cada planeta
En Marte se dan puntos con base en la magnitud de la expresión de amor. Cuando se dan treinta y dos rosas, se esperan treinta y dos puntos. En Venus, las pequeñas expresiones de amor son tan importantes como las grandes. Se da un punto por cada expresión de amor. Si se reciben treinta y dos rosas, se da un punto; si se recibe una rosa, se da un punto. Para obtener treinta y dos puntos, Marte debe dar una rosa treinta y dos veces. En la Tierra se reconoce el valor superior de las treinta y dos rosas a la vez que se valora mucho esa rosa de vez en cuando.
Estado de ánimo
En Marte, el humor suele ser uniforme. Se requiere menos confirmación, pero la necesidad de intimidad regularmente disminuye y luego aumenta. Igual que una liga, hay distanciamiento, pero contracción al final. En Venus, el humor sube y baja como las olas. Hay mayor necesidad de confirmación de que se es amado. Con comprensión y aceptación, sentimientos negativos e inseguridades se convierten automáticamente en positivos. En la Tierra se puede vivir sin confirmación pero llegado ciertos momentos las confirmaciones resultan imprescindibles.
Razones para comunicarse
En Marte se habla para resolver problemas o reunir información a fin de cumplir ciertas metas. En Venus se habla para resolver problemas, pero también para sentir vinculación y empatía. En la Tierra se vive en una continua comunicación tanto para alcanzar metas muy altas como para hacerlo con vinculación muy estrecha.
Necesidades propias de cada planeta
En Marte son directos; alzan la voz para pedir lo que quieren. En Venus siguen la regla de oro de dar lo que se desea recibir; se espera que las necesidades propias sean satisfechas sin tener que pedirlo. En la Tierra puede pasar de todo y puede depender mucho de la confianza que se tenga con las personas con las que se encuentra.
Vivencia de la intimidad en cada planeta
En Marte se desea una pareja que quiera y disfrute del sexo tanto como uno. (Éste es un cambio con respecto a las generaciones anteriores.) El sexo ayuda a sentir amor. En Venus, los gestos afectuosos fuera de la cama son tan importantes como los que suceden dentro. El amor ayuda a sentir deseo de sexo. En la Tierra el sexo ayuda a sentir amor como el amor ayuda a sentir deseo de sexo, pero sobre todo, se puede vivir un amor muy profundo e intenso sin que el deseo de sexo se interponga en la intimidad de esos amigos, aunque sean del sexo por el que uno tiene atracción.
Resolución de conflictos
En Marte se actúa de inmediato ante un gran problema o, si no puede hacerse nada, se espera hasta que sea posible hacerlo. En Venus se habla del problema para atraer apoyo y enfrentar el reto en común. En la Tierra se actúa de inmediato y se buscan todo tipo de apoyos.
Cómo se actúa tras los errores en cada planeta
En Marte se reflexiona en lo que se hizo o no cuando se cometen errores. Se decide lo que puede hacerse para resolver el problema. En Venus se siente más empatía y pesar cuando se cometen errores y se reflexiona después en cómo dar más para compensar el error o remediar la situación. En la Tierra es muy frecuente la culpabilidad por los errores, con frecuencia se piensa en como arreglarlo todo y cómo dar más para compensar.
Cómo se vivencia la felicidad en cada planeta
En Marte se es feliz cuando se cumplen metas importantes. Se siente gran satisfacción y orgullo al vencer retos. En Venus se es feliz cuando se satisfacen las necesidades personales de amor. Se da gustosamente entonces amor y apoyo, confiando en que se recibirá a cambio lo que se necesita. En la Tierra es muy complicado ser feliz porque las metas son muy altas y los anhelos de amor son desbordantes, pero cuando se descubre el hogar interior se alcanza una felicidad indescriptible a pesar de las infinidad de limitaciones y carencias personales. En la Tierra se puede ser infinitamente feliz por el mero hecho de dejarse desplegar la originalidad por el Origen originador.