Educación primaria, filología inglesa y Psicopedagogía por la universidad de Villanueva. Máster en psicoterapia Gestalt centrada en la persona por universidad pontificia de Comillas. Psicoterapia de niños y adolescentes. 25 años de experiencia educativa en centros de enseñanza y gabinetes psicopedagógicos en centros escolares. 15 años de experiencia en psicoterapia con niños, adolescentes y adultos.
- ¿Cómo conociste el término PAS?
Me puse a buscar en Internet sobre sensibilidad y a raíz de esa búsqueda fui comprándome libros. Aquí me guie por lo que yo sentía y por lo que veía reflejado en niños y adultos. Me ha pasado muchas veces que, por evidencia de lo que sentido en mí o veo que pasa en otros pacientes, lo he encontrado luego escrito y no al revés. Por ejemplo, cosas concretas que he ido viendo en personas altamente sensibles han sido relacionadas con las etiquetas, los olores, el tacto de las cosas, los ruidos… Quizás haciendo más preguntas y partiendo por cosas de TDA es como indagué más, porque hay aspectos/conductas que tienen en común. Después hubo una temporada en la que usé mucho los cuestionarios.
2. ¿Qué edades tienen los niños que atiendes en consulta?
Normalmente no suelo coger menores de 5 años. Los que más tengo son entre 7-14 años. Pero de 7 a 11 es lo que me parece más niño. Luego ya son preadolescentes y adolescentes. También trabajo con adultos. Por ejemplo, tengo un caso en el que empezó un niño, luego vino la madre y después vino el abuelo. Es verdad que muchos no vienen por ser PAS específicamente, pero hay mucha relación, por ejemplo, madre-hijo (madre PAS-hijo PAS). Con distintos detonantes, pero es un rasgo generalmente heredado, donde madre e hijo suelen ser PAS.
¿Y menores de cinco años no los coges por algo concreto?
Porque normalmente vienen más por problemas de comportamiento o ánimo disfórico o cualquier cosa que no saben entender muy bien y siendo tan pequeños, para tenerlos en consulta es muy complicado. Normalmente tengo en consulta a la madre y casi siempre ahondando en cosas de la madre consigues que ella entienda mejor a su hijo. Esto funciona mejor que tener al niño una hora en consulta. Casi siempre es un rasgo que viene con agresividad o con TDA. También niños con un punto de trastorno negativo-desafiante con hipersensibilidad (quizás no PAS, pero sí muy sensibles).
3. ¿Qué tipo de correlaciones ves con niños PAS? ¿TDA y altas capacidades?
Para mí, correlacionan. En consulta les doy el cuestionario (aunque yo no los utilizo tanto ahora) y referencias de lectura para que hagan autodiagnóstico, pero me parece que al final focalizamos demasiado el rasgo PAS y no atendemos otras cosas. Lo que veo en consulta es que a veces se exacerba el rasgo PAS intentando dar esa comprensión y en algunos casos lo que hace el paciente es justificarse. Tienen expresiones como: como soy PAS no aguanto…, como soy PAS, los olores me producen…, como soy PAS, me distraigo… Pero, en realidad, como eres PAS puedes gestionarlo y podemos trabajarlo de distintas maneras para que sea una virtud y no una dificultad.
Pero claro, eso es lo que les cuesta a los PAS…
Efectivamente, es que esta es la parte terapéutica. Que les enseñes el cómo. El cómo adaptado a cada tipo de personalidad. No gestionan lo mismo un PAS-alta capacidad, que un PAS-TDA ni un PAS alta capacidad y TDA. Estos últimos, cuando llegan a consulta suelen llegar por síntomas depresivos.
Y el rendimiento escolar en estos últimos imagino que será menor…
No tanto. Depende de la edad. Si no han llegado a secundaria o la universidad sigue siendo alto, pero no están contentos. Empiezan a tener comportamientos disruptivos, más pataletas, más contestaciones… Lo que más veo en pacientes más pequeños, no es una depresión al uso (como en adultos), pero ves más palabrotas, contestaciones, no tienen ganas de hacer las cosas, más desordenados, trastornos del sueño… En este último caso, si además ha tenido mucha excitación en el día, emociones sin tiempo de descanso, etc. ¡Imagínate si lo sumas a un TDA! ¡Es brutal!
Me parece difícil de trabajar…
Sí, pero como lo trabajas holísticamente, tienes que ir trabajando todo y no solamente el rasgo PAS.
Lo que también tiene mucho que ver es trauma y PAS. Aquí también habría mucho trauma del apego. La persona con un trauma o traumas amplifica todas las sensaciones, los síntomas de peligro, de hipervigilancia, sensibilidad… Una persona puede llegar a tener muy desarrolladas las alertas como un PAS. Puede tener percepciones extrasensoriales, un ruido les puede alterar muchísimo…
También hay mucha relación entre PAS y una parte del eneatipo 4 del eneagrama: muy sensible, muy de las percepciones, de la autoimagen, si no crea se pone enfermo…
4. ¿Has oído hablar de los niños altamente demandantes?
No así tal cual. Sí la parte (no sé si es a lo que te refieres) de la angustia de separación.
Yo no soy experta, pero veo que quizás haya algún tipo de relación entre niños Altamente Sensibles y altamente demandantes.
Como tipificación no te sé decir, pero casi todos los que vienen a consulta son altamente demandantes. Dime algunos ítems y te digo si correlacionan o no.
Reclamación de aprobación y contacto físico constante, hiperactividad, agotan a cualquiera, difíciles de satisfacer, hipersensibles, no saben calmarse solos, se alimentan con frecuencia…
Yo creo que lo que me has dicho hasta ahora es lo que hemos comentado anteriormente: una mezcla de PAS, TDA y alta capacidad. Yo lo enfocaría desde la teoría del apego.
Si piensas en cómo es un niño con depresión (si no ha tenido un apego seguro, que generalmente no lo tienen), presenta características como las que comentábamos anteriormente, que no se calma sólo, reclama inmediatez, puede estar más irritable… A los niños los tenemos que poner como adultos. Uno cuando está sobrepasado, también se encuentra así. Aunque uno no sea PAS, si estás cansado, te ha ido mal, tienes exceso de trabajo, no duermes bien… al final te vuelves parecido. Todo se amplifica.
5. ¿Qué instrumentos utilizas para detectar PAS en la consulta?
Empecé usando los de Aron, pero al final no lo diagnostico tal cual. Si lo veo muy obvio, les paso el cuestionario para que vean y, como te comentaba antes, que vayan leyendo los libros. Pero generalmente, con unas cuantas preguntas o lo que va pasando aquí, lo voy viendo. Por ejemplo, cuando llega un niño y empieza a fichar todo lo que tiene alrededor, a ver cómo está el perro, a darme características del perro, del olor el perro, de lo que ha hecho, de cómo mira, qué gusto tocar esto, cómo se relaciona con “x” materiales (plastilina, arena…), la temperatura, cómo maneja el contacto visual, el físico… a mí ya me dice que es PAS. Y luego la pregunta estrella es si los días de la semana o los meses tienen color, tienen sabor… Esta pregunta si no es PAS, no te la contestan. Cuando la haces, te miran con una cara de “¡eres de los míos!”. Piensan: “Jamás me he atrevido a poner esto en palabras. Pero sí”.
Hay veces que empiezo la sesión y les digo: cierra los ojos, date la vuelta y te voy a preguntar: ¿dónde había un bote de lápices de colores? ¿cuántas flores había en la planta? ¿A qué huele esta habitación o a qué te parece que huele? ¿Qué pendientes llevo hoy?… Y te lo dicen TODO. Ellos no son conscientes, pero son niños que hacen escaneo.
Con la pandemia, que había muchas sesiones online, me parecía que había que tener alguna sesión presencial. Que te vean, te sientan y a partir de aquí se puede o no trabajar. Pero con los niños especialmente. Hay que pasar su filtro. Y desde el inicio ya sabes si sí o si no puedes trabajar con ellos.
6. ¿Qué terapias utilizas con los niños Altamente Sensibles que tienes en consulta?
Funcionan muy bien todas las plásticas: que dibujen, que toquen plastilina… Todo lo que sea visual y táctil (también auditivo) les encanta. Hay una sesión que es con arena y les gusta mucho porque les relaja muchísimo tocar la arena. Intento usar todas las que pueda, pero sobre todo esas y haciendo mucha referencia a lo que sienten, que es lo que más les funciona. Esa autorreferencia a ciertas cosas de qué sienten, cómo sienten, cómo han respirado, cómo han reaccionado… Ellos mismos empiezan a ser conscientes de cómo reaccionan.
También, son muy ricas y funcionan muy bien las hipnosis regresivas muy leves o contacto con el inconsciente. Los relajas y los llevas a visualizaciones. Hay asociaciones y la cantidad de detalles que te dan son impresionantes. No sabes si estás hablando realmente con un niño o una persona de 20 años. ¡Es impresionante!
7. ¿Qué formación tienes? ¿Has podido ir a algún sitio a formarte para trabajar con PAS?
Me he leído libros que me han parecido buenos y mi formación ha sido en parte de la carrera y del máster y luego he abierto al campo a formaciones peculiares como: sistémica, Gestalt, tratamiento de trauma, apego, energética… y si tienes el rasgo, pues lo potencias más. Por ejemplo, he trabajado con péndulos y me impresiono yo misma porque realmente funciona.
Me dijo una vez el director del máster de Comillas: “no es tanto la formación que tienes sino quién eres y cómo lo adaptas”. Y efectivamente es así.
La escucha activa y el empatizar de corazón (te acompaño en el sentimiento, estoy contigo) eso es lo que realmente funciona. Y esto, incluso si tú no eres PAS. Es más, tengo una paciente que realmente no tiene nada que trabajar, pero viene una vez al mes o dos cada tres meses para sentirse comprendida y no verse un bicho raro, porque todo está visto, olido… de una manera exacerbada. Siente mucha soledad, mucha incomprensión. Es muy niña, pero también muy madura. Quizás será una escritora o guionista maravillosa, pero en ese mundo paralelo. Vivir en el mundo le duele.
Este rasgo se siente muy fuerte y hay que hacer que no te arrastre. Aquí la alta capacidad también proyecta en negativo, les dan muchas vueltas a las cosas, tienen poco autoconcepto y autoestima…, que bien entendido (el rasgo) hace que sean genios y muy potentes porque saben cómo son, que les falta y cómo hacer para llegar a lo que les falta. Este es el punto en el que se parecen a los PAS. Pero este rasgo tiene que trabajarse para que estabilice y no para que desestabilice. Y cuando desestabiliza hay que ver por qué: me he agotado, me he fijado en cosas que me afectan pero que no son importantes… al final están todo el rato con la balanza puesta.
8. ¿Cómo afecta la sensibilidad al desarrollo emocional?
Casi siempre hay un punto de mucho desequilibrio, porque hay mucha emoción y mucho sentimiento. En este punto hay que ver si la persona está abierta, si se cierra… si esa sensibilidad le ha ayudado a abrirse más al mundo o, por el contrario, por experiencias, le hacen protegerse.
Hay PAS que tienen que aprender a resguardarse porque todo lo quieren ver, todo lo quieren saber y, los que están totalmente protegidos, hay que abrirles al mundo.
Al final es TODO. Es cómo entiendes que eres querido y ver cómo se es capaz de soltar la necesidad que tiene esa persona de apego y de ser querido. Además, del reflejo que te da tu madre de quién eres y quién eres en realidad (aunque te haya faltado lo que te haya parecido necesario que tu madre te refleje, porque tú te lo puedes dar).
Igual que a una persona fría, distante y racional hay que ablandarla para darle esa parte emocional, hay a quien hay que enfriarle y hacerle que use más la cabeza, porque si no habría un desequilibrio.
9. ¿Crees que hay algún tipo de relación entre ser PAS y la orientación sexual que se tenga?
No me lo parece. Pero hoy en día se intenta confundir entre una alta sensibilidad y una inclinación sexual distinta. Que el niño que sea sensible no necesariamente tiene que ser homosexual. Es más, tengo muchos hombres en consulta a los que tengo que enseñarles a manifestar esa parte sensible, porque la tienen, pero no la dan a conocer.
10. ¿Qué aspectos crees que tendría que tener en cuenta un docente para no confundir este rasgo con otra patología? ¿Qué pautas le podríamos dar?
Quizá, con cosas que puedan ver en el aula… Creo que estos niños pueden tener momentos de sentirse incomprendidos, de aislarse un poquito o de agotarse, pero no tienen una temporada larga o tres meses en los que haya cambiado su carácter. Son así y en cuanto tú prestas un poco más de atención y valoras esos detalles o das espacio, se sienten comprendidos. Por ejemplo, aspectos como que no se quiere poner el abrigo de tal manera o no se quiere comer “x” frutas porque le dan dentera. Cuando ya entiendes el por qué no come esas frutas (porque le da cosa esa textura), en el momento en que lo entiendes, empezará a comerse esa fruta porque se siente entendido. Sin embargo, el que está retando a la autoridad o el que no quiere, seguirá haciéndolo.
A los niños siempre hay que preguntarles. Los docentes tienen que observar, saber hacer bien las preguntas, saber callarse y mirar. Porque casi todo docente se aventura (al igual que casi toda madre -y ni te cuento si es madre docente-) a dar una respuesta antes de que nos la den (ya sea para la respuesta, la corrección o lo que nos vayan a decir después). El esperar la respuesta y sentirla sin expectativa y sin réplica es buenísimo. Si damos una respuesta sin pedirnos opinión o consejo, un PAS se vuelve para dentro. Si escucháramos así veríamos cambios enseguida.
11. ¿Qué pautas podríamos dar a un padre o una madre cuando descubren que su hijo es PAS? ¿Cómo cuidarle?
Al final sirve la pauta anterior. A un PAS hay que mirarle (no sólo un rato), escucharle y aceptarle como es (aunque no me gusten algunas cosas o no las entendamos). Hay que preguntarles cómo se sienten para saber qué les pasa y para poder entenderles.
Si hay escucha y pretendemos saber cómo se sienten cuando hacemos las cosas y les volvemos a preguntar, podremos comprenderle. Por ejemplo: ¿Cuándo yo hago esto a ti te agota? O ¿cuándo vamos a casa de los abuelos y bajamos al parque… esto es lo que me quieres decir? Y generalmente los niños te suelen decir algo más. Te dicen: “Sí, pero no me importa mucho ir a casa de los abuelos, pero cuando vamos y me ponen el puré con la cuchara esa que huele…” Entonces te das cuenta de que esos cubiertos huelen y que cuando los cogen luego les huele la mano. O, por ejemplo, “es que no me gusta cuando la abuela me da un beso después de cocinar” y resulta que es porque la abuela ha cocinado y luego le da un beso y huele a cebolla. Y no es que no quiera a la abuela, es que no le gusta el olor a cebolla. Es que “x” días, la abuela huele a cebolla. En este punto es donde puedo entender cómo se está sintiendo. Este estímulo en concreto, a él, le va a echar para atrás. Otro ejemplo: no quiere dar la mano a los niños porque cuando le suelta la mano, la mano le huele al otro. O no se quiere echar este gel porque pica en determinadas zonas de la mano o porque huele a “x” y luego quiere atender en clase y no puede porque sólo le viene el olor.
Por tanto, hay que escuchar e intentar saber cómo siente el otro y, a partir de ahí, le preguntas: ¿Y te parece que tal…? ¿Y si probamos tal…? Y si te pide la ayuda o si le tienes que educar, respondes.
A los niños se les da dos o tres ejemplos, generalmente un poco exagerados o fuera de lugar para que no te copien. Por ejemplo: ¿Te sientes agobiado, presionado o encerrado? Y te puede decir: “no, no… siento como que yo quiero algo y me están tirando” ¡Ah! ¿Poco libre? Es decir, tú les puedes ayudar a ir poniendo palabras. Entonces, ¿Lo que me has dicho es que cuando hago esto yo te agobio y te empujo o lo que te pasa es esto…? Y, a raíz de esto puedes decirle: ¡Ah! Estaré más atenta, pero tú recuérdamelo porque yo no soy como tú.
O sea que no hace falta que uno sea PAS, sino comprender…
Eso es, pero él también tiene que comprender que tú no lo eres. Por ejemplo, este verano puse la casa de verano, muy mona… y esto me ayuda a aprender lo que yo tengo que aprender. Llegó mi hermana y tenía las toallas en el suelo, las colchas que las tenía almidonadas en el suelo… Esto me ayuda a que, aunque eso me enfade y me sienta herida, me hace entender que la otra persona no es como yo.
O, por ejemplo, otra cosa cotidiana. Viene el perro y me mete una hoja en la consulta. Voy a hacer el esfuerzo de dejarla ahí hasta mañana. Es verdad que estoy en la consulta y estoy pensando en la hoja, pero la voy a dejar, porque entiendo que no puedo vivir así.
Tenemos que preparar a los niños para vivir en un mundo que realmente no es como ellos. Un mundo que les puede herir y doler, pero tienen que aprender a convivir con los demás.
En el caso de los padres, hay que enseñarles que no vemos las cosas así, que no las entendemos así… La vida es de otra manera y no les podemos hacer la burbujita, porque… ¿Qué va a pasar cuando se incorporen al mundo laboral? ¿Qué va a pasar cuando se encuentren en determinada situación? Lo suyo es maravilloso, pero tienen que aprender a integrarse así. En este caso, como padre, fallar ahí incluso también es bueno.
Pero esto como padres nos cuesta mucho…
Ya, pero cuando el niño sabe que estás ahí y lo haces lo mejor que sabes y puedes, es una lección de vida. Porque si no, le va a parecer que todo el que se cruce en su camino, incluso la parte que me parece más importante en la vida, que es la elección de pareja, también se va a sentir herido con facilidad y hay que saber disculpar sabiendo que el otro es distinto. Y, además, que él sepa expresar: “Mira, te pediría que esto… porque a mí me pasa…” o, “Te voy a explicar lo que me pasa… yo cuando voy a casa de tus padres me pasa que… entiendo que tú… pero puede ser que tú en tu normalidad ni te enteres, pero necesito que me des este espacio porque si no voy a saturarme”. De este modo, cada cosa que te da el otro la agradeces en vez de ser una queja de que no me has entendido.
12. ¿Cómo podríamos ayudar a un PAS a organizarse con sus estudios/deberes para que no se agobie?
Más que enseñarles a que no se agobien es enseñarles a convivir con el agobio, porque luego se pasa. Igual que hay que aprender a trabajar sin motivación, que esperar a estar motivado para trabajar o para estudiar. Ya cuenta con ello o con el miedo para enfrentar la tarea, agobio, dificultad, a hablar en público, a fallar en el examen, a decir una tontería… Vete con miedo y una vez que actúas el miedo o el agobio van desapareciendo.
Cuidar muchísimo los tiempos de descanso y el lugar de estudio. El PAS tiene que ir testando dónde físicamente se va encontrando mejor, porque su cuerpo le contesta.
Para mí, el baremo no está tanto en lo que está bien, sino en lo que a ti te hace bien. Distinto, incluso, a lo que tú piensas y lo que te suelen decir que es bueno. Claro que tiene que tener tiempos de descanso, claro que tiene que tener el mismo sitio de estudio, pero, para un PAS, tiene que estar en un entorno calmado y que para él sea agradable. Agradable de colores, que la silla sea cómoda… es decir, cada uno tiene que ir viendo. Pero suelen necesitar unas rutinas para que lo externo (los colores, los olores, la ventilación, la temperatura…) estén acordes a lo que necesitan. Es que un PAS con demasiado frío o demasiado calor ya no puede estudiar. O con un color muy chillón o con una planta pocha. Se va a ir a la planta pocha. No lo pueden evitar. O, incluso, con unos zapatos que le están haciendo daño. Van a estar más en el zapato que en lo que tienen que hacer. Por cosas como estas parece que se confunde a los PAS con TDA.
En resumen, cuidar el ambiente en cuanto a temperatura y demás y luego uno tiene que saber regularse. Por ejemplo, si tienes frío, te pones una manta o un jersey… Pero que lo pidan. Y en los tiempos de descanso hay que ver en cada uno, para ver si para ellos es mejor ponerse a estudiar según vuelven del colegio o tener algo de descanso y liberar la cabeza para luego poder centrarla en algo. Los descansos seguramente tienen que ser pequeños, porque como haya mucho estímulo también les va a saturar. En este descanso, siempre, cambio de actividad con movimiento, que puede ser un paseíto, prepararse unas tostadas… es decir, estando centrado en algo que les esté cambiando la actividad para que tenga que meter la cabeza en lo que está haciendo. No tiene que ser de mucho ejercicio.
Si luego hay hiperactividad, necesitará mucha actividad para poder centrarse. Luego hay que ir viendo cada caso. Pero, sobre todo, es la parte del estado de ánimo relajado y volver a traer en la mente qué es lo que quiero porque es bueno para mí. Esas actividades tienen que ayudar a esa evasión: pintar, cocinar, leer un rato… Es bueno que tenga sus huequitos. Yo, de hecho, en el cole, cuando trabajaba en el departamento de orientación, tenía en el despacho un rincón de almohadones en el suelo, olores, cosas que tocar… y era nuestro rincón de estar de otra manera.