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Persona altamente Sensible
Sobreexcitabilidad
by Cristina Rodríguez Álvarez, Miryam Muñoz Guitart / febrero 10, 2022

Raquel Sánchez de Benito

Ingeniera, Coach, Formadora y Escritora. Fundadora de la 1ª Escuela Online para Personas Altamente Sensibles de habla hispana. Máster en Inteligencia Emocional por la UOC. Practitioner en PNL. Certificación Coaching por Valores y EFT (Emotional Freedom Techniques). Guía y Facilitadora del Camino del Artista de Julia Cameron. Escritora de Pellizcos…

Ingeniera, Coach, Formadora y Escritora. Fundadora de la 1ª Escuela Online para Personas Altamente Sensibles de habla hispana. Máster en Inteligencia Emocional por la UOC. Practitioner en PNL. Certificación Coaching por Valores y EFT (Emotional Freedom Techniques). Guía y Facilitadora del Camino del Artista de Julia Cameron. Escritora de Pellizcos al Alma y otras colaboraciones.

A través de sus canales en redes sociales ha ayudado a miles de personas en sus procesos evolutivos, conscienciales y de desarrollo personal. Una de sus pasiones es la comunicación. Ha participado y colaborado en diferentes medios como Unidad Editorial, Expansión, TenTV, Radio 4G, Radio Gáldar y 10Radio.

Nuestra primera pregunta siempre es ¿cómo conociste el término PAS?

Antes de entrar en materia, si me permites, me gustaría explicaros cuál ha sido mi trayectoria personal porque creo que es importante entender cómo llegué al mundo de la Alta Sensibilidad.

Estudié Ingeniería Informática de Sistemas. Por mis venas siempre corrió un perfil de Humanidades pero a los 18 años no era consciente de mi vocación real y elegí una carrera de ciencias que me asegurara más salidas profesionales. Comencé mis estudios en el año 1992, en pleno boom de la Informática, y sin haber terminado la carrera ya fui contratada por una Consultora para prestar mis servicios en el Área de Tecnología de una Gran Central de medios, Media Planning.

Como un porcentaje elevadísimo de personas de mi edad en aquella época, una vez terminada la carrera, y ya trabajando, fui cumpliendo con el resto de los hitos que el sistema nos ha ido marcando: me compré una casa, me casé y me quedé embarazada. Ser madre había sido siempre el gran anhelo de mi corazón. Había cumplido 29 años y ya se supone “tenía todo para ser feliz” y esperaba con una ilusión infinita la llegada de mi primer bebé.

Y como si de un golpe de estado se tratara, mi pequeño Daniel, llegó al mundo un 23 de febrero de 2004. En ese momento al ver a mi hijo me sentí la mujer más feliz del mundo, ya era realidad, mi pedazo de vida entre mis brazos… Recuerdo esa sensación de máxima alegría que invadía mi corazón… y también como de golpe y porrazo toda esa felicidad saltó por los aires cuando me confirmaron que mi pequeño Daniel tenía un corazón malformado y que debía ser intervenido con urgencia…

La vida me mostraba sus garras más feroces, aún convaleciente tras una cesárea compleja, tuve que enfrentarme a la quizá sea la peor experiencia humana… la enfermedad y posterior muerte de un hijo. Mi pequeño no pudo con todo aquello y a los 6 días de nacido voló al “País de Nunca Jamás”…

Yo también fallecí con él, quedé muerta en vida, que creo es la peor de las muertes. Se me apagó la luz, se me rompieron las ilusiones y entré en una depresión que me llevó a vivirme en ruinas y a transitar las terribles noches oscuras del alma.

Necesitaba entender el motivo de tanto dolor. Pensaba que todo ese sufrimiento no podía caer en vano, que tenía que darle un sentido, que tenía que servir para algo… No sabía para qué, no entendía nada, pero una fuerza interior, que hoy sé que todos tenemos, me llevó a seguir en la búsqueda…

Y fue así, a través de la muerte cómo se me abrió el camino del autoconocimiento, que es lo más tarde me llevó a dejar con mi profesión como ingeniera y a descubrir mi enorme vocación por las personas.

Dos años después de la muerte de Daniel nació Alejandro, y ochos años después adopté a mi hijo pequeño, aquí en la Comunidad de Madrid. Fue un proceso largo e intenso el de la adopción que milagrosamente culminó con la asignación de un niño que tenía el mismo nombre que mi hijo fallecido, Daniel. Daniel había muerto con 6 días y 6 días tenía mi hijo adoptivo cuando me lo entregaron. Daniel nació un 23, y Dani llegó a casa un 23. “¡Qué casualidad!”, me dicen algunos cuando narro mi historia, pero yo no creo en las casualidades… La vida tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros, aunque a veces no lo entendamos, o nos impacientemos por saberlo. No existe la casualidad (sonrisa cómplice).

La llegada de mi  hijo adoptado con estas características fue lo que me hizo dejar definitivamente mi antigua profesión. Este cúmulo de causalidades me ayudó a encajar las piezas de mi puzzle y darme cuenta que este niño venía a darme una información que hasta el momento quizá yo no había sabido interpretar.

A mí no me gustaba mi profesión. Las condiciones profesionales eran buenas, pero algo muy profundo en el corazón me decía que yo no había venido a este mundo para hacer eso. No me nutría, no me hacía bien. Y fue justo la llegada de mi pequeño la señal que abrió el espectro y la que despertó mi vocación por las personas.

Y a mis 37 años llegó el momento. No hay edad para seguir los pulsos de nuestro corazón, que no nos convenzan de lo contrario…

En definitiva, me reinventé para devolver al mundo todo lo que había aprendido con mi propia experiencia personal y me puse al servicio para ayudar y acompañar a las personas desde el respeto, autocompasión y amor.

Y ahora sí, volviendo a tu pregunta, la Alta Sensibilidad llegó a mí de forma también muy casual. Ya trabajaba como coach acompañando y facilitando los procesos de cambio y transformación de personas cuando, una noche, en las redes sociales encontré un artículo en  lamenteesmaravillosa.com que hablaba sobre cómo funciona el cerebro de una persona altamente sensible.

Ese título me pegó directo al corazón. Nunca había oído hablar nada de esto. Estábamos en el año 2014.

En este artículo se hacía referencia al comportamiento de las neuronas espejo, hablaba de la doctora Elaine Aaron y de los resultados de estudios electromagnéticos dirigidos por ella y su marido el Dr. Aaron en EEUU… Todo ello resonó tan fuertemente en mí, que seguí el impulso de seguir investigando.

En ese momento ya trabajaba como coach, enfocaba mi actividad a las sesiones individuales y tras descubrir el rasgo revisé los expedientes de mis coachees y me di cuenta que llegan a mí personas como yo, altamente sensibles…, ¿una nueva casualidad? No, claro, se trata de pura atracción.

¿Qué terapias comenzaste entonces a utilizar con PAS?

Cuando en los procesos de coaching introduje la variable de la alta sensibilidad, los procesos evolucionaban mucho más rápido porque las personas ya no sólo iban a una coach para ganar en autoconocimiento y mejorar sus vidas, sino que además les ponía un espejo donde mirarse y se sentían totalmente comprendidas y arropadas.

¿Actualmente trabajas con niños?

No trabajo con niños, toda mi formación se ha orientado a adultos. Me centro en trabajar con los papás de los niños altamente sensibles ya que tendemos a enfocarlo todo en el niño, cuando realmente somos nosotros, los padres, los que primero tenemos que comprender el rasgo y aprender a gestionarlo.

Un niño altamente sensible, siendo la alta sensibilidad un rasgo genético y hereditario, tiene un papá, mamá o ambos altamente sensibles. No conocer el rasgo y su gestión provoca en muchas ocasiones grandes dosis de estrés, ansiedad e incluso depresión. Los padres quieren que el niño no sufra y que no experimente lo mismo que han vivido ellos, por eso es fundamental que hagamos un buen acompañamiento a nuestros hijos altamente sensibles, dejando espacio para el reconocimiento de sus emociones y dotándolos de recursos que les permitan aprender a gestionar su intensidad emocional. Pero insisto, nosotros, los padres, somos los primeros que debemos aprender a manejar nuestro rasgo para así poder acompañarlos.

¿Qué edades tienen las personas que acuden a tu consulta?

El grueso de mis coachees o alumnos se encuentra entre los 28 o 30 años y los 50. Mi trabajo actualmente se centra en el entorno online, por ello las personas que acuden a mí suelen pertenecer a ese nicho de población que es usuario frecuente de las redes sociales.

Cuando llegan a tu consulta, ¿saben que son PAS?

Habitualmente no. De hecho, hace 9 años apenas se había oído hablar del tema. Las personas llegaban a mi consulta, y a los pocos minutos de hablar con ellos me daba cuenta que eran afines al rasgo, lo confirmaba con el test y empezaba abordar el tema con mucho cuidado y sutileza porque en algunas ocasiones la noticia generaba un gran alivio, pero en otras les provocaba mucha inquietud.

En 2016 me di cuenta de que mi misión era dar luz a la Alta Sensibilidad y extender el rasgo al mayor número de personas posible y, por ello ese año, mi equipo y yo, nos formamos en entornos de formación online y creamos la Escuela al comPAS, primera escuela online para PAS del mundo hispano.

La primera formación online que desarrollé se llamó la” Magia de la Alta Sensibilidad”. Consistía en una masterclass especializada en este rasgo de la personalidad, que fue premiada por el equipo de profesionales del Máster en el que me formé para crear contenidos en la red. En mis formaciones no sólo me preocupo de ofrecer un contenido claro, conciso y práctico, sino que, además, trabajo con una metodología pedagógica que facilita el aprendizaje y la integración de los contenidos.

El siguiente programa que creé se llama “Poderosa Sensibilidad”. Poderosa es un viaje por todas las áreas de la persona, cuyo principal objetivo es transformar la sensibilidad de la persona en una GRAN fortaleza. En su momento el programa duraba tres meses, pero actualmente lo hemos extendido a seis para que los contenidos se puedan trabajar de una manera más tranquila y profunda. Está dividido en dos partes, una primera más introspectiva, donde hacemos un viaje al interior del ser, y una segunda parte donde trabajamos nuestra relación con el mundo que nos rodea. Usamos como herramientas fundamentales el coaching, la comunicación inter e intrapersonal, la PNL, la creatividad, inteligencia emocional, EFT,…Una conjunción perfecta para abordar el camino que nos lleva a nuestro autoconocimiento y a crear una relación de amor con nuestra pura esencia sensible.

¿Cómo canalizas todo el dolor anterior y lo conviertes en formación para el crecimiento personal?

Creo que la muerte en vida es la peor de las muertes. Experimentar tanto dolor expandió mi capacidad de amar y de conectar con el dolor ajeno.

Hay una parte egoica en todos nosotros que no se siente merecedora de sufrir. No aceptamos la vida tal y como es, nos cuesta mucho afrontar las experiencias que consideramos complicadas porque luchamos contra ellas en lugar de abrazarlas para poder entender el aprendizaje que tienen para nosotros.

Mi hijo me dejó un “amor huérfano” inmenso y ese amor es lo que me impulsó a crear mi propio proyecto para poder facilitar los procesos de transformación de otras maravillosas almas. Dolor que se transformó en pura entrega y pasión.

A raíz de todo ello llegó el momento de plasmar mi historia en papel, sentí que mi hijo así me lo pedía y nació mi primera novela, “Pellizcos al alma”, que como era de esperar, llegó a casa el día del cumpleaños de mi hijo Dani, en plena pandemia, y que hoy está volando a cientos de corazones que se encuentran perdidos a la deriva.

La muerte me regaló una vida eterna y por ello AMO la vida y REGALO vida a todo aquel que se cruza en mi camino.

¿Qué diferencia hay entre “Poderosa”, “Escuela de Vida”?

Todas nuestras formaciones están orientadas a que las PAS amen su sensibilidad, dejen de verla como un obstáculo, disfruten de ella y sean conscientes de que es un gran DON que pueden poner a su servicio.

Poderosa sensibilidad es el programa formativo que con anterioridad os he explicado. Está compuesto por 6 Módulos con sus correspondientes lecciones. Es un gran viaje por los mares de la alta sensibilidad, donde a través de los ejercicios prácticos las PAS consiguen los objetivos que se proponen al comenzarlo. Además en Poderosa aprendemos en Comunidad, formamos parte de una gran familia de almas sensibles donde compartimos todos nuestros aprendizajes. En plena pandemia lanzamos la quinta edición de “Poderosa”, una de las más emotivas por la situación que estábamos viviendo. Y actualmente estamos finalizando la séptima edición… Honestamente, el corazón se me llena de alegría cuando observo cómo miles de personas  por todo el mundo se han descubierto altamente sensibles gracias a nuestro trabajo.

Y con respecto a la Escuela de vida… te cuento. Este verano paseaba por la playa en Almería y de repente sentí que deseaba crear una “Escuela de Vida”. Lo dejé reposar y cuando regresé a casa tras las vacaciones y justo después de disfrutar de uno de los momentos más hermosos que viví en 2021, la firma de Pellizcos al Alma en la feria del libro de Madrid, me puse manos a la obra para dar vida a este proyecto.

Y, ¿qué es la Escuela de Vida?

La escuela de vida es más que una formación, más que un curso, … es una forma de VIVIR, una manera de afrontar la vida donde nuestra SENSIBILIDAD SEA EL CENTRO, donde nos enamoremos de ella y aprendamos sacarle todo su brillo…

Quien forma parte de esta Escuela de Vida, consciente o inconscientemente, elige reConstruirse…, mirar a sus miedos a los ojos y desde un acto de responsabilidad, recorre una travesía, dando esos pequeños pasos, que a su vez son enormes, que le llevan a conectar con quien realmente es y que le invitan a elegir una VIDA con la fortaleza y la luz de tu esencia SENSIBLE.

En la escuela de vida aprendemos herramientas que necesita una PAS para VIVIR EN ALEGRIA… sí, has oído bien, ALEGRÍA, esa alegría de alma, que es profunda y que no se tiene que dar exclusivamente cuando todo es perfecto… Es una alegría que te da fuerzas para afrontar la adversidad, una alegría que te da alas para creer en ti, que te lleva a amarte por encima de todo, para así extender tu LUZ al mundo de forma libre y natural. Esa alegría es la que yo quiero ayudar a conquistar, porque YO SÉ QUE SE PUEDE y sé cómo cambia LA VIDA cuando se alcanza.

Por una pequeña cuota mensual las personas pueden formar parte de este espacio de aprendizaje, libre de juicios, cuyo principal objetivo es enamorarnos de nuestra sensibilidad y del brillo de nuestro duende…

La escuela de Vida Está llena de VIDA.

¿Ves alguna relación entre la alta sensibilidad y las patologías mentales?

Hay estudios que demuestran que las PAS tienen una mayor probabilidad de desarrollar episodios de estrés, ansiedad y depresión, de hecho el doctor Antonio Cano, Presidente de la Asociación Española para el Estudio de Estrés y Ansiedad ¨Los PAS han de saber cómo son, porque no saberlo puede ser un factor de riesgo”.

Durante todos estos años han llegado a mí personas con trastorno límite de personalidad, bipolaridad o esquizofrenia, TOC… donde efectivamente, sí he observado que podría existir una relación entre su patología y la hipersensibilidad. Todos estos casos los he derivado a profesionales de la psicología-psiquiatría para su correcta evaluación y tratamiento.

¿Has llegado a alguna conclusión en tu trabajo respecto a las PAS que después hayas visto reflejada en estudios?

Muchas de las personas con las que trabajo presentan o han presentado ansiedad e incluso procesos depresivos. Un porcentaje alto llega a mí habiendo pasado por múltiples tratamientos terapéuticos.

Me he encontrado a muchas personas con enfermedades autoinmunes, fibromialgias… y últimamente se están dando el alta en la escuela varias personas con esclerosis múltiple..

Hay además una realidad ya confirmada en los estudios de la Doctora Aaron y es que la persona altamente sensible es carne de cañón para personas con perfil narcisista.

También he visto personas con una brillantez intelectual increíble pero que al ser altamente sensible y no saber gestionar esa sensibilidad no son capaces de dar luz a todo su potencial.  Su nivel de exigencia y perfeccionamiento no permite el desarrollo de esas altas capacidades.

¿Qué más cosas? Pues fíjate, he observado incluso la posible relación entre la alta sensibilidad y las adicciones. Cuando las personas se desbordan emocionalmente pueden recurrir a las adicciones como fuentes de placer y desahogo inmediato.

Estas conclusiones proceden de datos experienciales, no estadísticos, así que por favor tratar con extrema prudencia.

¿Raquel querrías añadir algo más?

Me gustaría compartir con vosotras que lo que a mí me ha ayudado realmente, bueno, han sido muchas cosas, pero el descubrimiento de mi alta sensibilidad fue lo que me permitió encajar todas las piezas de mi puzzle vital.

Han sido muchos años de estudio y de trabajo interior lo que me han permitido llegar hasta aquí. Me siento profundamente afortunada por haber sido elegida por mi hijo Daniel porque gracias a la Muerte he aprendido a amar la VIDA.

GRACIAS.

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