En la actualidad, varios estudios han llegado a la conclusión que las personas que están en contacto con la instrucción musical adquirieron destrezas varias que les facilita otro tipo de actividades que requieran coordinación, delicadeza y precisión (Colwell & Richardson, 2002).
El aprendizaje es una parte fundamental de la vida del ser humano. Gracias a este, cada persona puede emplear lo que ha aprendido, cuando lo necesita y como lo necesita, en actividades como: caminar, jugar, leer, entre otras. “El aprendizaje significa organización de información en la estructura cognoscitiva, destacando la importancia de conocimiento y la integración de los nuevos contenidos en las estructuras previas del sujeto” (García et al., 2015, p. 5).
El aprendizaje de un instrumento musical, en niños, desarrolla varias competencias, tales como: coordinación oculomotora, habilidades cognitivas, concentración y motricidad (Seinfeld et all; 2013). Una característica especial del manejo de un instrumento es que aparte del desarrollo que procura, es un pasatiempo; siendo así un momento de relajación y entretenimiento que, sin darse cuenta, permite practicar varias posiciones en manos, brazos, dedos y postura de todo el cuerpo que intervendrán en el proceso de aprendizaje de la escritura.
Por medio del aprendizaje se pone en práctica las diferentes habilidades, destrezas o competencias que permiten a la persona integrar un nuevo tipo de conocimiento; quedando así en evidencia el proceso de integración de contenidos. Considerando lo anteriormente mencionado, al hablar del aprendizaje musical, es indispensable destacar la similitud conceptual que denota el objetivo de los dos procesos; definiendo al segundo como un transcurso sistemático de composición, generación y unión de conjuntos de notas que forman acordes; para que estos a su vez se transformen en melodías (Colwell & Richardson, 2002).
Por otro lado, Jauset (2018) considera que el aprendizaje musical, es una herramienta fundamental que debe presentarse en el medio educativo. Afirma que, al enseñarlo a niños que se encuentran en una etapa de desarrollo inicial, este ayudará en sus procesos cognoscitivos, emocionales y físicos. Además, el autor ha concluido que el aprendizaje musical es una metodología eficaz que influye positivamente y permite dominar conocimientos y habilidades nuevas o reforzar información ya interiorizada.
Aprender música integra varias perspectivas teóricas y prácticas, incorpora estructuras de planificación y análisis para poder conceptualizar el aspecto rítmico, instrumental y expresividad verbal y sonora (Juntunen, 2014).
Según Kent (1998), existe un método para el aprendizaje musical, llamado Carabo-Cone, el mismo que indica que para poder instruirse y captar toda la información musical, el niño debe ser capaz de percibir las relaciones secuenciales entre diferentes sonidos; en primera instancia.
El aprendizaje, propuesto por Sinaga et al. (2018), se constituye por tres puntos importantes:
• Etapa afectiva: cuando los niños escuchan una melodía ya sea con letra o solo rítmica, podrán sentir varias emociones diferentes que los caracterizan unos de otros. • Etapa sensorial: se refiere a la interacción que se tiene con cualquier tipo de instrumento, pueden ser: cordófonos, aerófonos, membranófonos e idiófonos.
• Etapa formal: se refiere al conocimiento de partituras, notas, pentagramas y compás.
En el caso de los niños que son inmersos en el mundo de la música y su formación inicia desde edades muy tempranas, se puede notar la adquisición de habilidades como: reconocimiento de diferentes tonos, timbres y sonidos, potencian el desarrollo cognitivo, emocional y conductual (Hannon & Trehub, 2005).
Ante un instrumento, se comienza por una exploración y manipulación sensorial que permite conocer de qué se trata, cómo suena, qué partes tiene y varias características que permiten comenzar con el aprendizaje (Pérez, 2010).
Una vez que un niño conozca su instrumento, para poder aprender las diferentes notas que conllevarán a un conocimiento de canciones y melodías, se presentará el aprendizaje por imitación que Arriaga et al. (2006), lo define a continuación: “Involucra la observación precisa de un comportamiento o respuestas del modelo o demostrador” (p. 88).
La música es una herramienta que nos permite explorar, conocer y desarrollar. La alta sensibilidad y la música van de la mano debido a los fuertes procesos conscientes e inconscientes que se generan por medio de esta. Recordar, repetir y re elaborar, procesos que, acompañados de una armonía específica, nos permiten viajar en el tiempo, revivir viejos sentires y detener nuestra carrera cotidiana para contemplar con detenimiento nuestros fueros internos.
El arte, de manera general, es una excelente compañía a lo largo de la ardua carrera de la vida. Su presencia puede dotar de herramientas valiosas a personas PAS, con fines interrelacionales o intrarrelacionales. Implicar este tipo de prácticas en la vida cotidiana de una personas es una apuesta favorable que todos deberían hacer.
BIBLIOGRAFÍA:
Arriaga-Ramírez, J. C., Ortega-Saavedra, M. G., Meza-Reynoso, G., Huichán-Olivares, F., Juárez Maldonado, E., Rodríguez-Cuadros, A. & Cruz-Morales, S. (2006). Análisis conceptual del aprendizaje observacional y la imitación. Revista Latinoamericana de Psicología 38(1), 87- 102. https://www.redalyc.org/pdf/805/80538106.pdf
Colwell, R., & Richardson, C. (2002). The new handbook of research on music teaching and learning. (2da ed.). Editorial Oxford University Press. https://books.google.com.ec/books?id=F zQCwAAQBAJ&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepa ge&q&f=false
García-Gallardo, F., Fonseca-Grandon, G. & Concha-Gfell, L. (2015). Aprendizaje y rendimiento académico en educación superior: un estudio comparado. Actualidades Investigativas en Eduacación 15(3), 1-26. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44741347019
Jauset, B. j. (2018). El aprendizaje musical y su repercusión en la educación. ResearchGate. Congreso Internacional de Neuroeducación. https://www.researchgate.net/publication/328253142_El_aprendizaje_musical_y_sus_be neficios_en_la_educacion
Juntunen, M. L. (2014). Teacher educators’ visions of pedagogical training within instrumental higher music education. A case in Finland. ISME, 31(2), 157-177. http://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0255761415584300
Pérez, D. F. (2010). The role of music in young learners oral production in english. Scielo, 12(1) 1657- 0790. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657- 07902010000100010
Seinfeld, S., Figueroa, H., Ortiz-Gil, J. & Sanchez-Vives, M. (2013). Effects of music learning and piano practice on cognitive function, mood and quality of life in older adults. Frontiers in Psychology, 4-810. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3814522/