Míriam Tirado, es consultora de crianza consciente, escritora y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza.
Autora de 16 libros y cuentos entre los cuales ”Límites”, “Rabietas”, ”Sensibles”, “El hilo invisible” o “Tengo un volcán”.
Acompaña a familias a entender y conectar con sus hijos/as.
¿Cómo conociste el término PAS?
Hace muchos años en un Documentos TV de TVE.
Miriam, cuando en tu consulta recibes a NAS, ¿qué características en común encuentras?
Suelen ser peques muy emocionales, con muchas rabietas y dificultad de adaptación al cole y a lo que conlleva la separación de su entorno “seguro”. Además, son peques que piensan mucho y a menudo sufren mucho imaginando cosas que podrían pasar. A la vez, son muy creativos, con un gran mundo interior y una empatía extraordinaria.
¿Qué necesidades detectas en los NAS?
Necesitan mucha atención, mucha exclusividad (en caso que tengan hermanos) porque son tan intensos, que necesitan sentirse muy vistos y atendidos, para que sus adultos de referencia les ayuden con todo el malestar que van acumulando a lo largo del día.
¿Y en cuanto a sus padres? Estamos viendo a lo largo de nuestras entrevistas que es precisamente la incapacidad de entender y ayudar a los hijos lo que hace que muchos padres pidan ayuda y ahí descubran que también son PAS, ¿qué nos puedes decir desde tu experiencia?
Casi siempre ocurre así. Buscan ayuda para sus hijos y entonces, a medida que van aprendiendo sobre el acompañamiento que ellos necesitan, van conectando con el niño que fueron y se ven muy reflejados en sus necesidades y dificultades. La gran mayoría descubren que lo son gracias a sus hijos.
En tu web hablas de Crianza Consciente, ¿qué nos puedes explicar a grandes rasgos para poder comprender mejor este concepto?
Para mí es el nuevo paradigma de crianza, en el que criar de una forma consciente de nuestras expectativas, carencias o patrones. Criar desde el adulto que somos y no desde el niño herido que fuimos, conectando con la etapa y las necesidades de nuestro hijo y aprendiendo con él. Porque nadie nace enseñado y los adultos también tenemos que aprender, revisarnos y sanar muchas cosas para no andar con el automático puesto y dar rienda suelta a actitudes inconscientes y desconectadas de las necesidades de la infancia.
Como Consultora de crianza consciente indicas que nos hemos de conectar con nosotros mismos y con nuestro niño interior, entendemos que de esta manera no sólo ayudas a la relación padre hijo sino también sanas posibles heridas interiores del padre o de la madre.
Así es. Estamos aquí para aprender, crecer y evolucionar y necesitamos tomar consciencia de dónde venimos para poder sanar nuestras heridas y que estas no se vayan transmitiendo de generación en generación como se ha hecho durante siglos.
Una de tus conferencias es la Sensibilidad, un superpoder, por favor, cuéntanos por qué lo consideras un superpoder y qué temas abordas en ella.
La sensibilidad es algo maravilloso que todos tenemos y que si preservamos y honramos, nos permite captar el mundo (sutil y no sutil) con una cantidad de matices maravilloso. Nos permite conectar con los demás, empatizar y captar la belleza de una forma que no podríamos sin esa sensibilidad. Por eso, para mí, es un superpoder.
¡Qué maravillosa forma la de relacionarse con los hijos a través de cuentos! uno de ellos es Sensibles, un cuento para abrazar lo que sentimos; en él hablas sobre el valor de la diferencia y de la sensibilidad, ¿cómo crees que los niños aceptan este rasgo y lo que conlleva?
Muchos niños se sienten muy identificados con el cuento y dicen “Mira mamá, soy como Martina” o “A Martina le pasa lo que a mí”. A través del cuento les es más fácil comprender lo que les ocurre e identificarse y eso les alivia, al ver que hay otros a quienes también les pasa lo mismo, que no son un bicho raro. A algunos les cuesta de aceptar su sensibilidad, especialmente cuando se manifiesta de una forma incómoda, pero es normal. Poco a poco la mayoría van aceptándose y amando también su sensibilidad.
También nos ha llamado la atención un cuento que titulas Bienvenido Señor Malestar ¿encuentras más dificultad en la gestión del malestar en niños altamente sensibles?
Los NAS lo viven todo MUY intensamente: tanto lo agradable como lo desagradable así que sí, suelen pasarlo muy mal cuando sienten emociones desagradables en el cuerpo. Por eso es tan importante hablarles de lo que les pasa y de las emociones, para que con más comprensión puedan ir encajando las piezas y sentirse más relajados con cualquier emoción que venga.
Haciendo uso de tus palabras, “lo más importante que hay que hacer con las emociones es sentirlas” ¿qué consejos das a los padres cuando sus hijos son AS para que puedan sentirlas sin ser desbordados por ella? ¿Cómo es el acompañamiento a un NAS?
Como suelen ser también personas de alta sensibilidad, a menudo les cuesta no engancharse a su emoción. Mis recomendaciones son que estén muy presentes, muy en contacto con su cuerpo porque el cuerpo es el portal hacia el sentir y si podemos estar muy conectados a las sensaciones, podremos evitar que las emociones cojan el timón. Para acompañar a un NAS hay que tener mucha paciencia, respirar, y aceptar también que viven las cosas intensamente y que nuestro trabajo es estar ahí, sostenerles y ayudarles a regularse.
¿Crees que los Niños Altamente Sensibles precisan de límites más claros o diferentes?
No, no creo que sea así. Todos los niños, sean altamente sensibles o no, necesitan límites claros y firmes.
¿Qué crees que se podría hacer desde el punto de vista educativo para atender a esta diversidad?
Primero conocerla, porque muchos docentes todavía o no conocen qué es la alta sensibilidad o la ven como una exageración o una “moda”. Esto impide el buen acompañamiento y hace sentir muy mal a las familias que lidian con la alta sensibilidad. Lo que se podría hacer es tener más información del rasgo, formarse y acompañar a las familias con sostén y comprensión.
¿Crees que las PAS tienden a sufrir más?
Creo que sí, porque sienten más intensamente y porque suelen dar muchas vueltas a las cosas. Pensar demasiado y sentir intensamente a veces produce mucho sufrimiento.
¿Te gustaría añadir o comentar algo de lo que no hayamos hablado?
En la última década se ha avanzado mucho en el conocimiento de la alta sensibilidad y sin duda, esto es maravilloso porque muchos NAS se sentirán más comprendidos y acompañados. Vamos avanzando… poquito a poco pero sin pausa.