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by Luis Manuel Martínez Domínguez / abril 9, 2022

Medita sobre la amabilidad

Con la amabilidad madura el mundo podría beneficiarse si tuviera más. La amabilidad inmadura es aquella que se práctica para ser aceptados, apreciados, evitar el rechazo, buscar que nos quieran y así, cuando no nos corresponden con amabilidad uno se llena de frustración y resentimiento. Es como ser un «seguidor»…

Con la amabilidad madura el mundo podría beneficiarse si tuviera más. La amabilidad inmadura es aquella que se práctica para ser aceptados, apreciados, evitar el rechazo, buscar que nos quieran y así, cuando no nos corresponden con amabilidad uno se llena de frustración y resentimiento. Es como ser un «seguidor» de alguien en las redes sociales para que te siga y si no le dejas de seguir, o incluso le sigues para que te siga y luego le dejas de seguir. Eso es lo que hacen muchos con la amabilidad y por eso quiero que medites sobre la madurez de tu amabilidad: no solo importa la cantidad, sino también la calidad, la madurez.

Cuando eres una persona amable, no solo ayudas a los demás, también te ayudas a ti mismo. Existe evidencia científica sustancial de que ser amable hace feliz a las personas y a los que le rodean, pero esos estudios no dicen que te hagan más feliz porque te correspondan, sino porque uno es amable con madurez.

La selva de sonrisas venenosas

Érase una vez, una mirada ingenua que había aprendido a confiar y admiraba cuanto veía. Un día llegó a una selva y encontró unas sonrisas amables, parecían divertirse y los ojos ingenuos se acercaron para compartir su alegría. Las miraba con amor y ellas le sonreían con amabilidad. Pero fue pasando el tiempo, y las sonrisas dejaron de irradiar amabilidad…

Los ojos ingenuos querían seguir viendo esas sonrisas radiantes, pero algunos labios se encontraban manchados, los dientes sucios o la boca torcida… «Boca, tu sonrisa puede mejorar». La boca sin dejar de sonreír le escupió un veneno de tal forma que pareciese divertido a las demás bocas, que como eran bocas no veían lo que pasaba…

Los ojos ingenuos, que lo veían todo se indignó profundamente y se frotaba ante nubarrones de escozor… «solo quiero verte sonreír de la mejor forma, ¿por qué me intentas cegar?». La mirada ingenua se puso muy furiosa y dejó de mirar a las bocas con ojos ingenuos, dejó de fiarse, pero las sonrisas también estaban enfadadas porque ya no podría ocultar que eran sonrisas miedosas… Y para defenderse de los supuestos “ataques” envenenaban a los osados. En ese bosque, se dejó de sonreír y ya nadie miraba nada…

Dijo los ojos a la boca, «vivir sin tus palabras es mucha soledad«; y la boca replicó «vivir sin tu amoroso mirar, ingenuo y claro, es mucha oscuridad…»

Frases sobre amabilidad

La bondad humana nunca ha debilitado la resistencia o ablandado la fibra de un pueblo libre. Una nación no tiene que ser cruel para ser dura

Franklin D. Roosevelt

La bondad es el lenguaje que los sordos pueden oír y los ciegos pueden ver

Mark Twain

Quien puede decir cuánto ama, pequeño amor siente.                        

Petrarca

La bondad constante puede lograr mucho. Así como el sol derrite el hielo, la bondad hace que se evaporen los malentendidos, la desconfianza y la hostilidad

Albert Schweitzer

El amor y la bondad nunca se desperdician. Siempre marcan la diferencia. Bendicen al que los recibe y te bendicen a ti, el que los da

Bárbara de Angelis

La amabilidad no es hacer algo por otra persona porque no puede, sino porque tú puedes»

Andrew Iskander

Puedes lograr con amabilidad lo que no puedes con la violencia

Publilio Siro

La gente poderosa puede abrirte puertas, pero sólo con la gente amable puede permanecer cuando la puerta se cierra.

Luisma Martínez-Domínguez

El que sabe mostrar y aceptar la bondad será mejor amigo que cualquier posesión

Sófocles

El que te ha hecho un favor estará más dispuesto a hacerte otro, que aquel a quien tú mismo has obligado

Benjamin Franklin

No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados, perdonad y seréis perdonados, dad y se os dará. Porque la medida que uséis con los demás se usará con vosotros.”

Jesús de Nazaret

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