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Desintegración positiva
Alta Inteligencia Sensible
Educación Sensible
Persona altamente Sensible
Sobreexcitabilidad
by Cristina Rodríguez Álvarez, Miryam Muñoz Guitart / julio 10, 2022

Úrsula Perona

Úrsula Perona es licenciada en Psicología por la Universidad Oberta de Cataluña y Máster en psicología Clínica Infanto Juvenil además de experto universitario en metodología y didáctica para educación y en Psicología Forense.Perona está especializada en psicología infanto juvenil y es terapeuta Nivel I EMDR. De manera complementaria a la…

Úrsula Perona es licenciada en Psicología por la Universidad Oberta de Cataluña y Máster en psicología Clínica Infanto Juvenil además de experto universitario en metodología y didáctica para educación y en Psicología Forense.
Perona está especializada en psicología infanto juvenil y es terapeuta Nivel I EMDR. De manera complementaria a la atención clínica, realiza formación sobre temas muy diversos.
Así mismo, Perona desempeña de manera paralela otras funciones como divulgadora, participando en congresos y simposios, a su vez colaborando activamente en varios medios de comunicación.

¿Cómo conociste el término PAS?

No podría datarlo en un momento concreto, pero lo que sí puedo asegurar es que no lo he conocido en la Universidad, ni durante la realización de la carrera ni del Máster.
Desgraciadamente el estudio de un rasgo tan importante como este no estaba recogido en los planes de estudio.
Creo que es a través de una lectura, creo recordar que lo primero que leí fue el libro de Eleine Aron y a partir de ahí es todo un proceso, unas cosas te llevan a otras…

¿Qué aspectos tratas en tu libro sobre Niños Altamente Sensibles (NAS)?

Me decidí a hacer un libro sobre la alta sensibilidad en los niños debido al desconocimiento de este rasgo y la falta de recursos que encontraba. En consulta veía muchos casos donde la no atribución correcta de las conductas de los niños a este rasgo causaba gran malestar y sufrimiento en los niños y las familias, por ejemplo, los padres podían confundir un desbordamiento emocional debido a una
sobreestimulación con un desafío o una mala conducta o incluso manipulación por parte del niño. De esta forma, el manejo de la situación de un NAS no era el correcto.

Este momento, además, coincidió también con la entrada en la adolescencia de mi hija mayor, que es AS y que había creado una coraza para proteger esa sensibilidad.

Muchas veces esa coraza está llena de pinchos y se convierten en una especie de “erizos” y ver que debajo de eso hay una gran sensibilidad no siempre es sencillo.

¿Crees que hay alguna relación entre NAS y niños de alta demanda?

Diría que la relación existe entre niños de alta demanda que muchas veces son niños altamente sensibles, pero no al revés ya que los niños AS no suelen ser demandantes, más bien diría lo contrario, la gran mayoría son de un perfil introvertido y por lo tanto justo opuesto a un perfil demandante.

¿Cómo es el desarrollo emocional de un NAS? ¿es igual que los que no tienen una sensibilidad tan desarrollada?

El desarrollo emocional de los NAS es diferente al resto de niños, la investigación científica avala, por ejemplo, la facilidad de los NAS a traumatizarse cuando tienen infancias difíciles o entornos poco comunicativos o favorables, básicamente se les hiere más fácilmente, lo cual les hace proclives a tener más problemas en las etapas siguientes de adolescencia y/o adultez. Yo siempre digo que tienen una memoria episódica que si no se controla les hace vulnerables.

De igual forma los NAS (que no han tenido un entorno adecuado) gracias a esa sensibilidad, inteligencia (que suele ir asociada) y autoconciencia del entorno y de uno mismo, se benefician mucho más de las terapias que pueden seguir posteriormente; incluso en la edad adulta y puesto que con las PAS se puede realizar un trabajo a un nivel muy profundo el pronóstico tras un proceso psicoterapéutico es muy favorable.

Úrsula, has mencionado inteligencia y AS

Sí, creo que van de la mano.

¿Estás de acuerdo entonces con lo que algunos autores llaman doble excepcionalidad?

Cuando hablo de inteligencia no hablo de alta dotación o superdotación. Creo que la alta capacidad no está asociada a una alta sensibilidad. Lo que sí veo son niños que son altamente sensibles que a su vez son muy inteligentes, pero no estoy hablando de alta
capacitación intelectual. Por otro lado, también todo depende de cómo, de forma subjetiva, valoramos la inteligencia. Por ejemplo, para mí, la inteligencia no sólo es velocidad de procesamiento, cociente intelectual, etc.

Bajo mi experiencia, lo que sí encuentro en los NAS es que son inteligentes, curiosos, con capacidad reflexiva, procesamiento de detalles, buena memoria, etc.

¿Qué pautas podrías dar a unos padres con un NAS? ¿Y a un profesor/a que tiene entre sus alumnos a NAS?

Les daría las mismas que a los padres de un niño que no sea altamente sensible, es decir, a cualquier padre le daría la misma recomendación: que conozca bien a su hijo.
Hacemos una diferenciación entre la etapa de la infancia y la adolescencia, y la etapa adulta. Por un lado, durante la niñez y la adolescencia buscamos una uniformidad, queremos que nuestros hijos no se salgan de la “normalidad y lo standard” alcanzando los mismos hitos del desarrollo al mismo tiempo que el resto y, por otro lado, durante la adultez queremos que sean personas especiales, diferentes, etc.

Por eso siempre les digo a los padres que han de conocer a sus hijos para poder darles a cada uno lo que precisen. En mi caso en concreto tengo tres hijos y cada uno me necesita de una determinada forma.

Úrsula, al hilo de lo anterior ¿cómo actúas cuando encuentras padres que no conocen a sus hijos y por tanto no entienden los comportamientos de su hijo AS?

Lo primero es trasladar la información sobre el rasgo y mostrar el camino del acompañamiento, el problema radica en los padres que no quieren entenderlo, bien porque son reacios a ello, o son insensibles o inflexibles y no van a cambiar.

En lo que sí insistiría con esos padres es que abran la mente, que entiendan que las cosas se pueden ver de diferentes formas, y lo que para ellos es insignificante para otros no lo es. Yo no creo que se pueda aprender a empatizar, desde mi experiencia no es posible, tal vez “un poco”.

Lo que me gustaría remarcar es que incluso en esa situación, inicialmente negativa, hay una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, aunque los padres no puedan dar lo que se necesita también de las situaciones complicadas y difíciles se aprende y mucho.

Vivir entre algodones también tiene una contrapartida, ya que en la vida real no se van a encontrar una réplica de ese entorno y si no han aprendido a gestionar esas situaciones, a pesar de tener unos padres que sean hipersensibles, por ejemplo, no habrían desarrollado las habilidades o herramientas que les permita vivir su propia sensibilidad de forma sana.

Úrsula, relacionarías la carencia de atención al rasgo en la etapa de la infancia o la adolescencia con una etapa adulta con problemas?

Sí absolutamente, sobre todo en dos áreas, problemas de baja autoestima y problemas de dependencia emocional. Este tipo de problemas aparecerán si tú no te has sentido validado, aprobado, si no has sentido amor incondicional que es la base de una buena autoestima, si te has criado en ambientes poco comunicativos o has sentido que había partes de ti que había que esconderlas porque no eras apropiado como eras, etc.

El resultado de todo lo anterior es una persona complaciente, que se acomoda al otro, que tiene dificultad para poner límites. En los adolescentes AS se ve ya una dependencia emocional muy preocupante, se invalidan, se hacen autocrítica y se reprochan continuamente cómo son (con frases como: como yo todo lo vivo de esta manera, como yo soy tan intenso…normalmente lo que han oído en casa) se colocan siempre por debajo de sus parejas con la problemática adicional que eso conlleva, etc.

Por todo esto que os comento, pienso muchas veces que los padres no somos conscientes de la huella que dejamos en nuestros hijos, aunque todo lo hagamos desde el amor. Yo siempre veo a los padres en todas las sesiones, porque es necesario trabajar con ellos y hacerles ver qué necesitan generar un apego seguro con su hijo.

Muchos padres identifican que algo tienen que ver con el malestar de su hijo, pero es cierto que en otras ocasiones vienen completamente cerrados y ahí he de centrarme en el hijo. Por ejemplo, cuando trato a un adolescente y nos encontramos en una situación así, lo primero que trabajamos es la aceptación, sus padres no entienden la situación y él ha de aprender auto-cuidado, a quererse, a valorarse, etc.

Cuando uno de los progenitores es AS todo es más fácil, incluso ocurre muchas veces que los padres descubren su rasgo a través del de su hijo.

Precisamente este fin de semana he estado en Madrid para la certificación en disciplina positiva y lo que más me ha gustado es que ha sido una formación vivencial, todo lo experimentábamos como si fuéramos padres o hijos, en la formación hacíamos rolle play, y cuando yo hacía de hija, por ejemplo, me daba cuenta de que incluso siendo muy consciente o teniéndolo en mente continuamente uno se equivoca y no lo hace bien.

En la misma línea que planteábamos de los padres, ¿crees que se podría formar también al profesorado para atender a esta “diversidad” por decirlo de alguna manera?

Yo veo mucha concienciación en este aspecto, pero creo que lo que no se tiene son recursos, además de que el sistema educativo que tenemos para nada es integrador, más bien lo contrario, todo está standarizado.

Es muy complicado en una clase con treinta niños poder atender cada característica.

¿Qué etapa ves más difícil para un NAS, la niñez, la adolescencia? ¿Por qué?

A la hora de atender sus necesidades, el cuidado y ser sensibles con ellos, la etapa más complicada sería la niñez, y teniendo en cuenta cuándo empiezan a expresar el malestar, el sentir que no encajan, que no pueden con su vida, que todo les sobre pasa, la etapa más complicada sería la adolescencia, que creo que es una etapa muy crítica y donde se produce un revulsivo.

¿Trabajas también con adultos AS?

Sobre todo trato problemas adaptativos, trastornos del estado de ánimo, ansiedad y depresión. El tener una visión más amplia de la vida al tratar niños, adolescentes y adultos es algo muy gratificante, pero mi pasión y mi grueso de pacientes con niños y adolescentes, y con sus padres.

¿Qué escalas utilizas para detectar a las PAS?

Para mí es muy fácil identificarlos, el ojo clínico de médico que se dice, no quiero que parezca arrogante, pero la experiencia te permite identificarlos a través de una entrevista, de lo que te cuentan…podría pensar en pasar una encuesta de personalidad en el caso de los adolescentes, donde a veces intentan dar el aspecto de todo lo contrario principalmente en el grueso de los extrovertidos, pero sinceramente no es necesario.

¿Qué tipo de formación ofrecéis desde el instituto Úrsula Perona?

Hemos hecho muchos talleres y webinars de forma presencial y en directo, y ahora estamos haciendo cursos online en dos áreas principalmente, formación a padres con talleres específicos para ellos, y talleres para profesionales, ya que al igual que me ocurrió a mí muchos psicólogos no conocen todavía este rasgo y mucho menos cómo acompañar en el correcto desarrollo del NAS. Yo me he especializado además en dos aspectos, alta demanda y alta sensibilidad.

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