Experta en identificación y diagnóstico de Altas Capacidades Intelectuales, Alta Sensibilidad y Doble Excepcionalidad, ayuda a las familias a manejar la intensidad emocional de niños y adultos. Actualmente divulga en la web mamavaliente.es y es coautora del libro Niños Altamente Sensibles junto a Pablo Villagrán. Mujer de doble excepcionalidad (AACC y TEA) y madre de cinco neurodivergentes que le han enseñado a ver la vida con ojos de asombro.
- ¿Cómo conociste el término PAS?
Yo creo que fue a raíz de ser madre y de ver una significativa diferencia entre mi hija y resto de compañeros y ver que esa sensibilidad, que ella tenía, replicaba lo que yo había vivido en mi infancia. Conforme ella iba creciendo yo iba reviviendo todos los episodios del pasado. Empecé a hablar con mi madre y me puse a buscar en Google. ¿Por qué mi hija es diferente? ¿Por qué yo? Y empiezas a poner los identificadores. Ahí di con la Alta Sensibilidad, con Aron…
- ¿Qué es lo que te llamó la atención antes de conocer el término? ¿Qué era diferente que veías que se replicaba?
Lo perceptiva que era mi hija. Se daba cuenta de detalles para los que era muy pequeña y le molestaban cosas que al entorno no le estaban molestado. La sensibilidad era al tacto, a nivel visual… Veía cosas en películas y dibujos que ¡no nos habíamos dado cuenta nadie! Pero ella las percibía, las podía conectar con recuerdos anteriores… Tenía un olfato… Por ejemplo, me prestaban la ropa para ella y decía: esta ropa es de Fulanito. O llegaba a una casa y decía: ha venido el tito aquí. -Sí, pero ha estado hace dos días. Y todavía el olor, para ella, estaba ahí. ¡Tenía una capacidad olfativa brutal! Y luego, en el colegio lloraba mucho a la hora de llegar a clase. Esto me conectó con un episodio que tuve yo en el colegio donde estuve un año entero llorando. A raíz de esto, se me abrió una puerta enorme ante la Alta Sensibilidad, la Alta capacidad y muchos mundos de neurodivergencia que al final estaban conectados. Fue esto, a raíz de la maternidad de mis hijos. Primero ella, pero luego vinieron los demás con una sensibilidad que era diferente, pero ella tenía una sensibilidad más aguda.
- Hasta entonces tu relación con “este mundo” ¿no tenía relación?
No, la verdad es que lo que yo había hecho era adaptarme como podía. De hecho, mi marido, que es músico, yo lo acompañaba siendo novios a todos los conciertos y cuando yo recuerdo el volumen que yo toleraba entonces, dormir cada noche en un sitio, conocer tanta gente nueva… Ahora me sorprende cómo yo no era consciente de la manera en la que yo estaba percibiendo las cosas.
- Y del esfuerzo que supondría…
Claro, exactamente. Actualmente ya lo entiendes, te preparas antes, tienes tus estrategias… Pero cuando lo pienso digo: ¿Cómo he sido capaz de llegar hasta aquí sana y cuerda?
- En tu página nos cuentas muchas cosas de ti y de los tuyos. Por ejemplo: “En mi casa conviven las altas capacidades, el autismo, el TDAH y el desorden del procesamiento sensorial en distintas combinaciones. ¿Qué es el desorden del procesamiento sensorial?
Está muy ligado a la Alta sensibilidad y, de hecho, hay muchas veces se confunde. Está relacionado con el sistema nervioso y lo trabajan los terapeutas ocupacionales certificados en integración sensorial. La teoría de la integración sensorial la lanza Jean Ayres en el 72, pero todavía sigue siendo desconocida. Y habla de cómo la experiencia sensorial de cada individuo es diferente, de tal manera que, en algunos, está desincronizada la recepción de ese estímulo, con el procesamiento que hace y la respuesta conductual que da. Es decir, todos recibimos el mismo estímulo, pero no todos lo procesamos igual ni respondemos de la misma manera. Y así hay personas que reaccionan de manera más fuerte y tienen hiper-reacciones y personas que no reaccionan o lo hacen más tarde, de forma más desorganizada.
Está relacionada con la Alta Sensibilidad por la parte que habla de la hipersensibilidad. Las personas con este desorden con hipersensibilidad tienen ese bajo umbral ante los estímulos. Reacciona más, más intensamente, durante más tiempo…
Si tu respuesta a los estímulos es típica, no hay desorden del procesamiento sensorial. Si es exagerada o está por debajo de lo esperable, entonces sí hay desorden y se puede lidiar con cosas muy simples a nivel de terapia. Por ejemplo, presión táctil…
- ¿Y funciona?
Sí, funciona. Yo tengo desorden del procesamiento sensorial porque casi todos los autistas lo tenemos. La regulación es mucho más fácil con la terapia. La situación es que cuando recibes muchos estímulos y te afectan de esa manera, estar regulado, estar en calma, es muy difícil. Y tú respuesta conductual, lo que la gente ve, es que tu reacción es desajustada y dicen: mira ese ¡qué raro! Y no, ¡yo es que estoy ya sobrepasadísimo!
- ¿Y hay una forma de poder controlar eso?
Sí. Te puedes hacer un perfil sensorial, que es una entrevista, y te dicen cuál es tu respuesta ante determinados estímulos, que son muchos, porque siempre pensamos en los cinco sentidos básicos, pero también están: el vestibular, que es el del equilibrio; el propioceptivo, que es el que nos dice dónde está nuestro cuerpo con respecto a los demás y la presión que estamos ejerciendo y el interoceptivo, que es el más desconocido, que es el que nos envía las señales de nuestros órganos y nuestras emociones. Yo tengo desconexión con este y no soy consciente de que tengo que beber hasta que estoy deshidratada. O, con las emociones, igual. No tiene nada que ver con ser empático, puedes ser muy empático, pero organizar las emociones y ponerle nombre, te puede llevar un poco más de tiempo.
- ¿Cómo se da cuenta uno de que puedes estar desconectado, por ejemplo, de tus órganos?
Claro, hay gente que tiene incluso, dificultad para saber si tiene que ir al baño, se da cuenta tarde o, si tiene hipersensibilidad en ese sentido, tiene la sensación de que tiene que ir al baño todo el rato. Por eso se dice que está como desincronizado el sistema nervioso. Los perfiles sensoriales son muy distintos y, sobre todo, en personas neurodivergentes, cambian enormemente.
- Nos comentas, y también lo pones en tu web, que te diagnosticaron Autismo con 33 años. ¿Estabas buscando este diagnóstico? ¿Lo encontraste porque ya estabas investigando y una cosa llevó a otra o notabas que había algo que no estaba ajustado?
Es un proceso en el que empiezo por la Alta Sensibilidad. Se me queda corto en el sentido de que no me describe del todo, entonces continúas hacia la alta capacidad (a mí sí que me la diagnosticaron cuando era pequeña, pero ya estaba, no había más información). Me empecé a formar sobre ello a nivel universitario y aún allí, no me sentía descrita en todo. Hay cosas que se escapan ante las respuestas que yo doy, a cómo me sienta todo, a cómo organizo la información… No responde esto ni a mí ni a mi familia (no solo a mis hijos, sino también a mis padres). Yo no me veía ahí descrita únicamente. Lo descubrí a través de una entrevista de Sara Hendrickx que vi, que es una experta en autismo (ella es psicóloga experta en autismo) y a los 43 años, descubrió que después de haber escrito 5 ó 6 libros sobre ello, ella era también autista.
- ¿Y no se dio cuenta?
No lo sabía ¡y era experta en esto!
- ¿Y cómo puede ser esto?
Puede ser porque hay perfiles donde los marcadores autistas son diferentes o menos visibles y, si, además, hay una alta inteligencia, hay una mayor compensación de las dificultades que tienes (tus funciones ejecutivas, de hecho, pueden ser mejores) y, además, hay un masking (un camuflaje) donde tú desde pequeña eres consciente de tus diferencias, pero te esfuerzas notablemente en que eso no se note y vas acumulando estrategias para parecer idéntica al resto.
- Esto sería una doble excepcionalidad, ¿no es así?
Claro, exactamente.
- ¿Qué cosas diferentes, de niña, tú sientes que habías camuflado? Para entender un poquito más lo que es el autismo y que no responda, por ejemplo, a una alta sensibilidad y a unas altas capacidades que sí tenías detectadas.
Hay una diferencia social, básica, que es que, aunque no tengo dificultades con la comunicación, sí que tengo dificultades con sostenerla a largo plazo. Me cansa mucho.
- ¿Y esto no formaría parte de una alta sensibilidad o es en otro nivel?
Sí, es que no son solo estímulos externos. Es lo que digo del camuflaje, porque constantemente estás pensando en cómo debe ser tu postura corporal, que debes mantener la mirada (porque en realidad tú no quieres mirar a los ojos, porque te parece muy intimidante), estás pensando la velocidad a la que tienes que contestar, el tono (algunos autistas tienen dificultades con el tono), las que tienen dificultades con la propiocepción (si estoy muy cerca de esa persona o lejos o si tengo que hablar aquí o aquí)… Hay una cantidad de factores que debes tener en cuenta, que ya no solo es que en la sala haya ruido o que la ropa te moleste. Hay una parte que es mental en la que tienes que sostener la máscara todo el rato. Donde tú no eres exactamente tú, porque a lo mejor si tus respuestas fueran libres, serían otras. Eres consciente de que formas parte de la sociedad y de que eres de la minoría divergente que no encaja con esa parte. Quizás no te hacen gracia las mismas bromas, te lo tomas todo más literalmente. A mí, por ejemplo, si me dices, quedamos a las 10’30, son las 10’30. No es diez minutos después. O, como cuando mi marido me dice: “tenemos que limpiar el coche”. Lo lanza como “a lo largo de este mes tenemos que limpiarlo”. Para mí ese “tenemos”, es hoy y es “dejo lo que estoy haciendo y vamos a limpiarlo”.
- Y en estos últimos ejemplos, entendemos, que no se pueden explicar sobre la alta sensibilidad o una alta capacidad intelectual.
El perfil sensorial que hemos comentado anteriormente ayudaría a distinguir esto. Porque las personas que en un perfil sensorial puntuaran solo en hipersensibilidad, en los cinco básicos que hemos visto, donde, por ejemplo, seas muy sensible a la luz, muy sensible al tacto, a la ropa que lleves, muy sensible al ruido… eso te situaría únicamente como persona PAS, no tendría por qué ir más allá. Pero si en tu perfil sensorial puntúas en otros sentidos, como en el interoceptivo, propioceptivo o vestibular, esto es más peliagudo y suele estar más relacionado con una neurodivergencia. Esto no quita que dejes de ser PAS. En autismo, por ejemplo, lo habitual es tener hipersensibilidad en algunos sentidos e hiposensibilidad en otros. Algunos estímulos no los notas y otros los notas demasiado y te duelen.
- Entonces, ¿La confluencia entre autismo y Alta Sensibilidad, no es tan amplia como pensábamos, ¿no? Si hay hipo en algunos sentidos…
Es difícil que seas hipo en todo. Puedes ser hipo e hiper. Hay cosas que no percibes o no percibes a tiempo, o no percibes con precisión y otros, los percibes sobremanera.
- ¿Y la confluencia entre los dos conjuntos, entre autistas y personas altamente sensibles?
No conozco ninguna persona autista que no se sienta altamente sensible. Es complicado tirar el muro de que los autistas no tienen empatía. ¡Es completamente falso! Además, hiere mucho a la comunidad autista. Es como: ¡Dejad de tratarnos como un robot!
- ¿Y por qué viene esto, cuando en realidad estamos viendo que es lo contrario?
Viene por muchos factores. En parte, porque hemos sido parte de las investigaciones, pero no en primera persona, sino como un objeto de estudio. Hasta hace pocos años, no se le ha preguntado al adulto autista qué siente, qué percibe, cómo lo vive… Y luego, porque, lo que decíamos antes, que hay un camino desde que se percibe el estímulo, hasta que organizas la conducta y das esa respuesta. Normalmente solo se ha tendido a ver la respuesta, a la conducta, y se ha interpretado que eso es no tener empatía. Es decir, si yo estoy en una conversación y, de repente, me voy, y abandono el tema, tú interpretas que no soy empático, que no he entendido lo que tú me estás diciendo, que solo pienso en mí, me aíslo… pero, a lo mejor, las emociones que tú me has volcado me sobrepasan tanto, que soy incapaz de estar un minuto más sentada escuchando lo que a ti te agrada. Porque yo lo estoy viviendo.
Hay un matrimonio maravilloso, los Markram, que establecieron una teoría de la hiper-empatía. Que es todo lo contrario, hay un exceso de empatía. Y eso hace que las respuestas sean complejas de entender si no sabes que está ocurriendo eso, que esa persona está empapándose de todo, hasta un nivel que ya no sé quién eres tú y quién soy yo.
Esto con los niños pasa también. Cuando dicen: ¡Mira, tiene una rabieta! No, no. Tiene un colapso sensorial. Porque tiene tanto estímulos sensoriales,como emocionales y eso, a la vez, es una bomba que no puede manejar. A lo mejor, con el tiempo, logra manejarlo o silenciarlo o enmascararlo, pero difícilmente, con la edad que tiene, puede dar la respuesta que tú estás esperando. Que yo no te de la respuesta que tú esperas, no quiere decir que mi respuesta esté equivocada, o que no sienta lo que tú sientes.
Yo soy una persona poco expresiva facialmente. A mí muchas veces me han dicho que soy fría. Me presentan a alguien y se sorprenden o, cuando hago vídeos gesticulo mucho. A las niñas autistas les pasa mucho esto, hiper-gesticulan bastante. En su casa son más planas y cuando están fuera, sus padres dicen: mira, parece una actriz de cómo se esfuerza por encajar.
- Con todo esto, debéis quedaros agotadas…
Sí, sí. Para que te hagas una idea, yo, por ejemplo, si hago una casa rural con amigos y volvemos el domingo, el lunes enfermo. Enfermo de verdad. Me tengo que ir a la cama. Me da como gripe, estoy sin hablar un tiempo…
- Esto ya se ve que no es solo Alta Sensibilidad, es algo más…
Claro. Ya entran conceptos como el shutdown y el meltdown. El shutdown es cuando estallas hacia dentro, dejas de hablar, te retiras, te vas a la cama… conozco mujeres que pueden estar una semana en cama. Y el meltdown es lo contrario, cuando estallas hacia fuera, con ira, con rabia… Estas dos cosas se interpretan mal. Es como: ¡Mira el raro!¡Está loco porque estalla!¡O es un asocial porque se va a su casa! Es que necesitamos esa recuperación. Un intervalo de recuperación, que es verdad que se ve en PAS, que dices: he salido fuera y ahora necesito un ratito de lectura, música… Pero esto en autismo puede conllevar consecuencias graves de salud mental. Personas que están medicadas porque han ocultado/aguantado/sostenido durante mucho tiempo esto. A las niñas, por ejemplo, no se les ven apenas las estereotipias. Sobre todo, si son niñas inteligentes. ¿Qué es lo que se ve?: estereotipias de contención, que son las que yo he hecho toda mi vida: apretar la mandíbula, apretar las manos, ponerlas debajo de las piernas, cruzar los brazos, personas que se rascan, arañan, se tiran el pelo… cosas que no se noten. Una vez mi capacidad de sostener estímulos esté ya sobrepasada, si no me dejan retirarme, voy a estar aquí, pero voy a estar aguantándome, de la manera en la que pueda.
- Anteriormente has dicho que una de las formas de diferenciarlo es con un perfil sensorial.
Bueno, el autismo lleva unas pruebas específicas, pero cuando se crea la duda de si soy muy PAS o puedo ser autista, se puede diferenciar con el perfil sensorial.
En el mundo de la neurodivergencia hay mucha gente enfadada con el término PAS porque dicen que es un eufemismo para no abordar el autismo. Yo estoy en desacuerdo porque no todas las personas PAS son autistas, pero es verdad, que a veces, el ser PAS es la puerta primera, la puerta amable, para acceder a un término como es el autismo, que da tanto miedo y hay tanto desconocimiento. Es la frontera donde hay personas que no quieren cruzarla. No quiero saber si soy autista o no. Me voy a quedar pensando que soy PAS. Esto está creando mucha pelea en redes cuando hablo de Alta Sensibilidad y hay un enfrentamiento muy voraz y creo que todo es compatible. Hay gente muy PAS, pero que no es autista.
El autismo es mucho más extenso que ser PAS. El ser autista abarca toda tu vida, no solo sabemos que una persona es autista porque necesite ese descanso o desconexión. El autismo es mucho más extenso. Abarca, incluso, tus primeros años de vida. Tiene que haber una evaluación que diga: ¿Cómo eras tú de pequeña? Yo no hablaba hasta los 4 años. En el autismo hay una diferencia en el desarrollo (Mal que bien se llama Trastorno del Neurodesarrollo). En el autismo la parte comunicativa puede tardar un poco más, aunque no siempre. En mi caso, yo sabía las palabras, de hecho, sabía leer, pero no hablaba. Esto es el mutismo selectivo. En mi caso, hablaba solo con mi hermana. Hay gente que tiene mutismo selectivo con un profesor determinado, o sobre un tema concreto o ante un grupo de gente. Literalmente no puedes hablar. No te salen las palabras. No se puede. Sin embargo, con mi hermana, en la intimidad, cuando nadie nos escuchaba, yo hablaba. El shock para mi madre fue cuando un día iba por la calle y me vio leyendo y se dio cuenta de: ¿primero hablas y segundo, lees?
- ¿Cómo habías aprendido a leer sin hablar, sin verbalizarlo?
Es algo muy típico del autismo. Esto se llama hiperlexia. Niños que pueden aprender solos, sin instrucción alguna, porque su interés son las letras. Algunos tienen interés en letras y otros en números. Tienes tanto interés que tienes capacidad para descifrarlo y con poco soporte, sin instrucción/ayuda aprendes. El 80% de los hiperléxicos son autistas. Esto de por sí es una clave. En mi caso, mi madre sospechó que yo era autista porque no hablaba, pero lo descartó luego porque mi desarrollo después era de una niña inteligente y, antiguamente, se pensaba que eran dos cosas contrapuestas. Se quedó con que era muy lista y muy sensible. Y ya está. Esa combinación le gusta a todo el mundo. Pero la otra, es más difícil de abordar.
- ¿Cómo diferenciar un Asperger de un autista con alta capacidad?
El término Asperger hace unos años que se eliminó. Generalmente se refería para autistas con una alta capacidad. Ahora mismos se le llama a todo autismo. Estamos todo en el mismo “paquete” y aquí ha de haber evaluación de alta capacidad. Lo que hace que los fenotipos, expresión de ese autismo, sea diferente. Sobre todo, en chicas. En chicas es mucho más sutil y es diferente. Es prácticamente imperceptible. Hay que estar muy bien formado en esto. Precisamente es mi tema, la doble excepcionalidad. Un profesional que conozca por separado de autismo y por otro de alta capacidad, no lo localiza bien porque cuando se juntan, no son ni lo uno ni lo otro, son indicadores nuevos. Hay una experta que se llama Susan Baum, que lo explicaba excepcionalmente con colores. Ella decía: Imagina que el azul es una dificultad de aprendizaje o una neurodivergencia o lo que sea, y el amarillo la alta capacidad. Cuando se juntan, no son amarillo y azul, es un verde. Lo que tienes que buscar es un verde. Un perfil que es totalmente distinto. Sería el de la doble excepcionalidad, que tiene habilidades y también tiene dificultades que están impidiendo que se vea esa alta capacidad, esa habilidad.
- Con otras dificultades de aprendizaje, no solo con autismo, sino, por ejemplo, con déficit de atención, ¿Cómo podríamos detectar esa doble excepcionalidad? Imaginamos que habrá pruebas específicas.
Exacto, para todo hay pruebas específicas, pero el resultado de las pruebas específicas de alta capacidad varía si tienes TDAH, autismo… das en unas puntuaciones muy altas, en otras muy bajas… Es cuando dicen: Esta puntuación ha salido mal. Cuando dicen que ha salido mal y dicen que no es interpretable, normalmente suelen hablar de doble excepcionalidad, porque los test de inteligencia no están hechos para gente con doble excepcionalidad. Vemos que, por ejemplo, puntúan muy alto en comprensión verbal o razonamiento matemático y bajo en velocidad de procesamiento o en memoria de trabajo (recordar lo que estoy manipulando, que esto pasa mucho en casos de TDAH). Entonces, puede haber un desorden del procesamiento sensorial. Me evalúan y no respondo bien, respondo a los estímulos tarde o demasiado. En mi caso, por ejemplo, al ser autista, tengo muchos hipersistemas y cuando me preguntas por una cosa, veo 100 y tengo que elegir cuál es la que me estás pidiendo. El desempeño en un test es pobre, pero la puntuación en otras áreas se ve que es muy inteligente. Este desajuste habla de una doble excepcionalidad. Las personas con TDAH suelen ser muy PAS.
- ¿Por qué las personas con TDAH suelen ser muy PAS?
Porque se reconocen los cuatro factores donde se reconoce esa alta sensibilidad. Estarían en esa hipersensibilidad. A nivel de esa recepción de estímulos todo les parece demasiado. Tienen, además, esa percepción creativa. El TDAH es como el perfil creativo de la neurodivergencia: son capaces de ver sutilezas, crear conexiones… son muy valiosos en los equipos. Esa inatención a veces viene precisamente por fijarse en detalles que tú no me estás pidiendo. El TDAH no tiene dificultades para concentrarse, sino para dirigir esa concentración. A lo mejor ahora tengo que estar concentrado aquí, pero estoy pensando en aquello.
Hay un indicador común en Autismo, Alta Capacidad y TDAH que es el hiperfoco. Es una capacidad para concentrarse enorme, hasta el punto de que no oyes que te están llamando o que tienes que ir al baño. Y esto está en TDAH, pero en las cosas que me gustan. Está en alta capacidad, pero en aquello que me apasiona. Y esto puede ser un videojuego, o los pingüinos o mi novio. Da igual. Hay algo que captura mi atención y soy excelente concentrándome en eso.
- Hablas de Altas Capacidades, doble excepcionalidad y neurodivergencia. ¿Podrías decirnos en qué consiste cada una (aunque ya lo hemos tocado un poco)?
Las personas con altas capacidades intelectuales tienen un cerebro que es más eficiente: procesan la información de manera más profunda, tiene una gran curiosidad por abordar los temas -lo hace con precisión-, tiene capacidad para crear conexiones ante cosas que parece que no lo están y pueden tener un gran potencial o una gran competencia, que no es lo mismo. Puedes tener la capacidad para ser talentoso en un área o que ya se vea que eres talentoso en algo. Pero en principio es un potencial, es un “podría ser”. Porque muchas veces se piensa que la alta capacidad viene dada y que no hay que hacer nada con ella, porque tú eres muy listo. Pero no es cierto. Todas las condiciones de neurodivergencia son algo epigenético, que une la parte de arquitectura del cerebro (lo que viene dado genéticamente) y la parte de ambiente (el entorno en el que estás), que tienes que favorecer. Una vez se favorezca, ese potencial se puede convertir en un talento, en una competencia en un área o en varias. Se puede ser bueno, por ejemplo, en música (y no por ello en las áreas académicas). Hay gente que es excelente en una y hay gente que es buena en varias cosas. No hay que ser un supergenio en todo.
- ¿Cómo podríamos atender de manera adecuada a las personas con Alta Capacidad? Muchas veces lo hacemos dando actividades de ampliación, más actividades, que ayuden a otros compañeros… pero cómo le atendemos bien y hacemos referencia a otras áreas, también importantes, como la social o la afectiva/emocional?
Incluso tendríamos que trabajar las áreas en las que es muy inteligente, porque necesita saber cómo estudiar y desarrollar aquello en lo que es muy bueno.
Normalmente, cuando se hace una evaluación, si es integral, lleva también una parte socioemocional. Se ve la parte social y emocional del alumno, e incluso, de sensibilidad. Se debería medir. Antiguamente teníamos un pensamiento monolítico, donde el niño era catalogado como un CI. Además, se pensaba que no cambiaba. Y es una tontería. El CI cambia con cada test que hagas, el instructor que tengas, el día que tengas…
Hoy tenemos otra perspectiva mucho más multidimensional, donde no solo se ve lo que se trae de cuna, sino que hay una parte de ambiente que está favoreciendo todas estas dimensiones.
- ¿Una persona con un talento debe tener acompañado un CI alto?
Suele, pero no siempre. Puede haber una doble excepcionalidad, puede haber desajuste entre áreas y, a la hora de hacer la media (que no debería hacerse, pero se hace), la puntuación baja. Esto lo explica muy bien una mujer que hace estudios con niños prodigio. De niños prodigio se espera que tengan un alto CI y lo que vio ella era que la mayoría puntuaban en la media, pero puntuaban muy alto en memoria de trabajo y, en el resto de las áreas, esa puntuación era más baja. Claro, al hacer la media, la puntuación de ese niño bajaba. ¡Un niño prodigio, que a lo mejor era increíble al piano! ¿Vas a cuestionar que ese niño tiene un talento enorme? NO. Pero la prueba psicométrica no atiende a ese tipo de personas. No toda prueba atiende a ese tipo de inteligencia ni quedará reflejada.
Si tienes un potencial, necesitas que ese entorno sea favorable para que puedan poner a funcionar esos recursos. Hay un ejemplo muy básico y es que, imagínate, tienes un talento excepcional para tocar el piano y naces antes de que fabriquen el piano. Tienes lo recursos, pero no tienes forma de hacerlo funcionar. Esto les pasa a muchos adultos que se enteran de su alta capacidad cuando son mayores y se dan cuenta de que no tuvieron el ambiente apropiado. Pero no han perdido nada. Todavía ese gran potencial sigue existiendo.
- El segundo término del que hablábamos era la doble excepcionalidad. Luego surge triple excepcionalidad…
La doble excepcionalidad conlleva que tiene que haber alta capacidad y, además, una realidad que dificulte esa expresión. Puede ser desde una neurodivergencia como TDAH o autismo o una dificultad de aprendizaje, como dislexia. Puede ser también, una discapacidad física, por ejemplo, alta capacidad y ser ciego. Y también, cualquier condición de salud mental que afecte a que esa alta capacidad se observe, por ejemplo, una depresión crónica o ansiedad. Esto aumenta la dificultad de que se exprese, se cristalice.
- ¿Compartirías las altas capacidades con las múltiples de Gadner?
Gadner tiene dividida a la comunidad de las altas capacidades. Por un lado, hay quien no lo valida tanto y hay quien sigue teniendo una visión, sobre todo poética, de la realidad multidimensional de las altas capacidades. Es difícil su aplicación y demostración, pero sí que responde a esa variabilidad que tenemos de inteligencia, no solo la matemática o lingüística, que son en las que nos basamos académicamente. Dio una visión de apertura al hablar de la inteligencia pedagógica, por ejemplo, a mí me parece impresionante que tengas capacidad para enseñar. Con la dimensión espiritual también pasa que, dependiendo de la cultura, hay más o menos aprecio de la teoría de Gadner. Pero creo que casa muy bien con la multidimensionalidad de las altas capacidades. No solo se es inteligente en matemáticas, se puede ser creativo. Cuanto más inteligente es un individuo, mayor creatividad.
- Y el último término, la neurodivergencia.
Abarca todos los neurotipos que son diferentes a la media. Tenemos, digamos, un desarrollo típico/medio del cerebro y otros que se salen un poco del molde, que incluye, TDAH, Autismo y otras realidades.
Aquí se confunde mucho la neurodivergencia y la neurodiversidad y no es lo mismo. Es interesante diferenciarlos. La neurodiversidad es el hecho de que las diferencias existen y convivimos cerebros típicos con cerebros atípicos, pero todos somos neurodiversos, formamos parte de esas diferencias. Es necesario biológicamente que haya diferencias. Y dentro de esas diferencias, hay personas neurodivergentes y personas neurotípicas. Las personas neurotípicas, también son neurodiversas, porque forman parte de la neurodiversidad.
A veces se usa el término de manera indistinta y son conceptos distintos. Neurodiversidad sería un concepto donde todos vivimos y neurodivergente sería la persona.
- Al hilo de la doble excepcionalidad, ¿Qué diferencia habría con triple excepcionalidad y excepcionalidad múltiple?
La excepcionalidad múltiple es cuando hay doble excepcionalidad múltiple. Se necesita de una alta capacidad, pero no solo hay una condición de nuerodivergencia o de discapacidad física o de salud mental, sino que hay varias. Es muy típico el perfil TDAH y autismo juntos. Si además hay una alta capacidad eso sería una excepcionalidad múltiple o, si hay, un desorden de procesamiento sensorial, estamos añadiendo desafíos a la capacidad que tú tienes.
La triple excepcionalidad sería cuando, además de la doble excepcionalidad, aparece una diferencia cultural o étnica o, incluso, diversidad de género, porque tú perteneces a una minoría que ha sido históricamente olvidada y oprimida. Para hacerlo aún más difícil, tienes que tener presente que posees una alta capacidad, pero no se ve porque tienes TDAH y porque, además, eres negro o eres gay o cualquiera de estas condiciones que te convierten en minoría.
- ¿Cómo conoces Dabrowski y cómo lo unes a las altas capacidades y a la alta sensibilidad?
A Dabrowski llegué por la alta capacidad. Pero mi visión ha cambiado este año que he conocido a Chris Wells.
No hay espacio de la alta capacidad que no hable de la sobreexcitabilidad, porque ha habido una apropiación de esto. De tal manera que se ha acabado entendiendo que todas las personas con alta capacidad tienen sobreexcitabilidades y esto no es cierto, no todas las personas de alta capacidad encajan con el concepto de sobreexcitabilidad, ni todas las personas con sobreexcitabilidad tienen alta capacidad.
La sobreexcitabilidad habla de neurodivergencia, pero muchos años antes de que el concepto de neurodivergencia existiera, porque Dabrowski fue un visionario de esos que hay pocos.
Cuando nos llega a nosotros la traducción en inglés de Dabrowski en el 64, se nos habla de las cinco sobreexcitabilidades, los cinco factores necesarios para que haya esa desintegración positiva. Pero Dabrowski no empieza así. Empieza en 1929 con la sobreexcitabilidad emocional y la sensual. Luego en el 35 añade la psicomotora y luego la imaginativa y, bastante tiempo después, treinta años más tarde, en el 58, añade la intelectual, que es la última y la más rara. Aún así, se la ha apropiado la alta capacidad.
Dabrowski trabajaba con neurodivergencia, pero no existía este término y trabaja con una serie de realidades de neurodivergencia donde no existían, todavía, esos términos.No existía, siquiera, el término TDAH o Autismo. Tampoco desorden del procesamiento sensorial, que es del 72. Con lo cual, estaba hablando de cosas que no tenían nombre todavía, pero que hablaban de un sistema nervioso que es diferente, de personas que están hiperreaccionando a los estímulos, que tienen un bajo umbral, que todo les afecta demasiado, que responden fuertemente durante un periodo largo de tiempo y de una forma diferente… y el nombre que le da es el de sobreexcitabilidades. Por entonces se hablaba de nerviosismo (unas descripciones vagas para personas que están sintiendo fuertemente).
Pero, cuando Dabrowski empieza a trabajar con niños de alta capacidad e incluye la sobreexcitabilidad intelectual, parece que él solo trabajaba con personas muy inteligentes y que describe la realidad de las personas con alta capacidad. Pero no es cierto, el trabajaba con realidades que, además, él decía que en ocasiones debían ser medicadas. Que necesitaban apoyo, medicación, pues hablaba de realidades como el TOC, TDAH… realidades que todavía no existían. Hablaba de neurodiversidad antes de que existiera. Se entendió muy mal hasta que se tradujeron los textos polacos anteriores y pudimos entender que su concepto era muy distinto y no era únicamente dirigido a personas muy inteligentes.
- ¿Se podría conseguir el último paso de esa desintegración positiva a pesar de no tener esa excitabilidad intelectual o es necesario que poseamos las cinco?
Lo que él propone es que hay varias configuraciones de las sobreexcitabilidades, no tienes que tenerlas todas. Incluso las puedes presentar con distinta intensidad. Puedes sentirte identificada con la sobreexcitabilidad emocional y yo también y, sin embargo, tenemos una intensidad bastante diferente.
Chris Wells habla de algo muy interesante que no suele escucharse por ahí y es que hay una definición pura de cada uno de los factores de sobreexcitabilidad y otra de expresión de tensión emocional. Una cosa es la definición que damos nosotros y otra, la consecuencia que eso tiene. Por ejemplo: adicciones, estereotipias, insomnio… que es lo que esa sobreexcitabilidad implica.
- Has dicho que Wells te cambia un poco la percepción de Dabowski, ¿En qué sentido y por qué?
Porque es algo que yo llevaba sospechando un tiempo y me daba rabia que se definieran cosas de neurodivergencia que eran comunes, no solo de alta inteligencia. Cuando hablamos, por ejemplo, de hiperfoco, perfeccionismo, hiperempatía… no eran cosas exclusivas de alta capacidad, es más, hay personas con alta capacidad que no se siente identificadas con ser altamente sensibles, ni ser sobreexcitables. Me daba pena que, cuando afrontaba casos de doble excepcionalidad, donde además de esa alta capacidad, el niño en cuestión era TDAH o autista, los padres me decían: “No. Lo que le pasa es que tiene sobreexcitabilidades”. No querían escuchar más. De alguna manera se justificaban, con el concepto bellísimo de sobreexcitabilidad, que hubiera otra neurodivergencia. “No quiero escuchar eso. No me abras esa puerta. Me quedo con Dabrowski, que es muy hermoso”. Pero Dabrowski no negaba una cosa, ni la otra. Podía ser todo. Podía ser muy inteligente y tener dificultades en la atención o querer evadirte a un universo imaginativo paralelo. Él contemplaba que todas esas variaciones eran posibles y, además, no lo veía desde una visión negativa o patológica o de desórdenes, sino como realidades naturales que conviven.
- Dabrowski ve que, en ese proceso de desintegración positiva, hay casos en los que la forma de reaccionar implica una enfermedad mental y necesitan de un apoyo o medicación y no pasaría nada.
No soy partidaria de enfermedad mental. Me gusta más el término de condición mental, aunque hay términos que son trastornos y así están reconocidos médicamente. Tampoco hay que dar demasiada importancia a las palabras.
Él ve, desde su punto de vista psiquiátrico, que hay dificultades que tenemos que atender. Hay gente a la que tenemos que apoyar para que su desarrollo sea positivo. Pero, eso no impide que pueda alcanzar un desarrollo superior, que al final es a lo que apunta la desintegración positiva. No eres un desecho. Quizás por tus diferencias estás más inclinado a ascender en esa evolución.
- Has hecho un repaso a algunas de las preguntas del cuestionario OEQ-II y nos había sorprendido lo que comentabas de la pregunta 3, que corresponde a la sobreexcitabilidad de la emoción: “Siento lo que otras personas sienten”. Indicabas que habla de la empatía e incluyes a todas las personas de alta sensibilidad, población autista, alta capacidad y TDAH. Nos sorprendían que TDAH y Alta capacidad puntuarían alta. De TDAH nos has comentado, pero ¿Qué tiene que ver la alta capacidad con la empatía?
Esto todavía está por demostrar. Yo he dicho muchas veces que no todas las personas con altas capacidades se sienten altamente sensibles ni a la inversa (que, además, por proporción de población no cuadran los porcentajes).
Ha habido como una tradición en consulta de personas que trabajan con alta capacidad de decir que son todas muy sensibles, pero, hay que tener en cuenta lo que pasa en el ambiente psicológico. El que llega a la consulta es el que llega a un nivel extremo que necesita ayuda. Pero puede haber una persona que no tenga dificultades emocionales, que no tenga tanto reto… con lo cual, no te llega a la consulta y tú crees que todos son así. Estás mirando por una mirilla con respecto a lo que a ti te llega a consulta. Que pasa mucho, también, con alta sensibilidad. ¿Qué pasa, que todos los que me llegan a consulta son altamente sensibles? No. Es que, a lo mejor, la proporción que te llega siente todo tan intensamente que necesita ayuda.
Yo he conocido personas con alta capacidad que no se identifican con la alta sensibilidad. Hoy en día, no podemos hacer esta relación directa. De momento no. No sabemos si en un futuro. Que se ven altos niveles de empatía, es cierto, sobre todo, porque sí que se ha visto que hay una gran defensa de la justicia en el tema de la moral: “esto no puedo permitir que ocurra así”, “tengo que lucharlo”. Algunas características propias de la alta sensibilidad aparecen dentro de las personas con alta capacidad, pero no son términos que estén relacionados directamente. Uno no es el otro, ni el otro es el uno. Pero pueden coexistir.
- Hemos visto una frase que nos llamó la atención de tu blog: “Una visión capacitista, puede dejar a muchas personas sin los diagnósticos necesarios”. ¿Nos la puedes explicar un poco?
El capacitismo está muy integrado y no nos damos cuenta. Incluso los mismos neurodivergentes lo tenemos muy integrado. Consiste en pensar en esa neurodivergencia o discapacidad social como algo negativo. Como es negativo, está por debajo y lo evito, no lo quiero o no me interesa.
Se ve como negativa una discapacidad física, social… y establece unos niveles por los que alta capacidad es más y TDAH es menos. O eres mejor si eres más socialmente aceptable o tienes menos indicadores de lo que sea…
Capacitista es no querer ver esa doble excepcionalidad, no querer indagar más allá del tema de la sobreexcitabilidad o PAS, no admitir que puede haber una dificultad pese a esa capacidad.
- ¿Qué medida se te ocurre que se podría tomar desde el punto de vista educativo para atender a esta neurodivergencia? ¿Pasarías test, tendrías psicólogos, en qué edades, cómo abordarías el tema con las familias…?
Normalmente se recurre a las pruebas cuando hay un problema. Yo haría prueba a todos. Quiero saber cómo aprendes, cuál es tu perfil sensorial, cómo recibes los estímulos…
En todos los colegios públicos pasan test para detectar la alta capacidad y, la mayoría de las preguntas, son prácticamente de alta sensibilidad. Están enfocadas a que las respondan los padres ya que se presume que los padres no tienen contacto con la vida académica del niño, pero sí con la emocional. Les preguntan, por tanto, mucho del campo emocional.
Que seas altamente sensible, que es casi lo que se percibe en esas pruebas, abre tantos caminos… Podrías tener alta capacidad, tener TDAH, ser autista… Hay una cantidad enorme de variables que a mí me parecía insuficiente esta prueba.
Con las altas capacidades, muchos expertos coinciden que deberíamos evaluar a todos, no los que el profesor cree. ¿Qué formación tiene el docente en alta capacidad? Ninguna. La alta capacidad no se estudia en psicología ni en educación. Se ve, pero muy de soslayo. La idea sería hacer esta prueba a todos y ver qué capacidad tienen. Después vemos cómo dirigir los apoyos. Vemos si además de alta capacidad, tiene alguna otra dificultad. Yo en las consultas que hacía sobre alta capacidad y doble excepcionalidad, veía a padres que solo me venían por alta capacidad (o venía el adulto). Y yo les hacía preguntas sobre el test de sobreexcitabilidades, porque de este modo podía ver si podía haber una neurodivergencia, si recibía las entradas de forma similar a otras condiciones que no son la alta capacidad.
El resumen sería que tenemos que conocer, no solamente, la capacidad intelectual del niño, sino cómo aprende. ¿Cómo voy a educar a todos los niños por igual si hay niños que aprenden con música, por imágenes, otros tocando cosas, experimentando y otros a los que les gusta memorizar? Llegamos a las tablas de multiplicar y vemos cómo a niños muy inteligentes esto les supone una cruz porque su forma de aprender no es memorística. Se pierden talentos porque no estamos adaptando.
- ¿En qué edades sería más apropiado hacer esto?
Las diferencias se deben tener en cuenta. No a todos los niños se les pueden pasar las mismas pruebas. Hay que tener en cuenta cómo funciona el niño, cómo aprende. Por ejemplo, hay test que son muy verbales y otros que solo usan la imagen. Por ejemplo, un autista en un test de Raven puede puntuar altísimo y no tanto en un WISC, porque es más verbal.
En cuanto a la edad, hay test que se pueden aplicar desde los dos años y medio. Cada neurodivergencia tiene su edad. Por ejemplo, el autismo se puede detectar desde los 18 meses, pero claro, si hay alta capacidad, puede no ser perceptible.
Yo tengo hijos autistas y uno de ellos, desde los 6 meses lo vimos, el otro no. Esto es complicado.
Para las altas capacidades no se hace prueba hasta los seis años y no se repite hasta secundaria (con los cambios de ciclo).
Hay niños con los que conviene esperar un poco para que sus destrezas verbales sean mejores. Sin embargo, hay otros niños que tienen mucha precocidad y un desarrollo temprano desde pequeños. Con ellos no tenemos que esperar. Por ejemplo, niños que con tres años se saben la tabla periódica o con 18 meses leen. ¡Hay cabezas mágicas! Dependiendo del niño, lo podemos ver antes o después, pero no deberíamos esperar a que haya problemas. Ver cómo es el niño, cómo lo puedo agrupar… A mí me parece un error agrupar por edad. A veces es más sencillo agrupar por intereses, porque por capacidad tampoco es del todo correcto, porque si yo tengo un CI y me agrupan con gente que tiene el mismo CI, si tenemos intereses distintos, ¡no tenemos nada que ver!
Muchas veces, las personas con altas capacidades abandonan el sistema educativo por falta de interés y no de capacidad.
- ¿Algo que quieras añadir a la entrevista?
Personalmente, a veces he sido como la persona que he planteado cosas que han dado miedo o rechazo porque mezclaba términos que anteriormente estaban muy separaditos. Yo lo veo todo mucho más mezclado. Creo que, además, eso nos engrandece. Que esas realidades, que muchas veces nos hemos empeñado en dividir y clasificar, a veces pueden mezclarse en una persona y eso puede generar equipos increíbles de diferencia.
Me gustaría encontrarme una sociedad futura en la que no compartimentáramos tanto y estuviéramos abiertos a la posibilidad de que muchas cosas vienen aparejadas a otras y esto no da un resultado de déficit, sino de fortaleza. Yo que me he especializado mucho a la doble excepcionalidad, alta capacidad y autismo, veo un montón de fortalezas. Que no es que la alta capacidad mejore el autismo, sino que el autismo puede mejorar la alta capacidad. Estamos viendo desde la óptica del trastorno y nos perdemos habilidades increíbles.